Page 7 - pdf.Libro 2 Mi Brújula Viajera
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Debí pasar por muchas instancias antes de poder viajar a la isla…
Era la época de la secundaria cuando a través del padre de un compañero, médico de la Marina,
tuvimos la oportunidad de embarcar hacia la isla.
Era un viejo navío, carente de toda comodidad, en cuyo “vientre” -la sentina- nos apiñamos aquel
grupo de adolescentes dispuestos a pasar un picnic original… Una ventosa mañana lo abordamos y,
con inusitada expectativa, esperamos la orden de zarpar.
La orden no llegó nunca. Razones meteorológicas impedían el viaje, que fue postergado…
Hubo una segunda oportunidad, más adelante, con idéntico final. No pudimos concretar el esperado
viaje. Que ya esta vez ni siquiera fue postergado, sino cancelado.
Cuarenta años después un llamado telefónico de un amigo, colega Guía de la Asociación de Guías de
Turismo de Argentina, me avisa de un curso a dictarse para acreditar como Guía de la Reserva
Natural Isla Martín García.
Ni lo dudé. Llamé para anotarme y hablé directamente con el Guarda Parque de la isla, uno de los
organizadores. La inscripción estaba ya cerrada y el cupo cubierto… Pero esta vez, sí era mi día; luego
de mi férrea insistencia, presenté mi CV “de manera telefónica” y fui aceptado !!! (incluso mi
compañera de vida, quien ya conocía la isla, también fue aceptada). Y viajé, varias veces en esos
meses para capacitarme y recibirme de Guía Especializado de la Isla Martín García.
¿Qué me encontré en aquella isla, tan cercana a la Ciudad de Buenos Aires, pero rodeada de mitos y
leyendas que la “alejaban” en la historia argentina reciente?
La Isla de Martín García es mucho más que un presidio…