Page 35 - ¿Quién se ha llevado mi queso?
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Haw se dio cuenta de que había permanecido prisionero de su propio temor. El
hecho de moverse en una nueva dirección lo había liberado.
Ahora notó la brisa fría que soplaba en esta parte del laberinto y que le refrescaba.
Respiró profundamente y se sintió vigorizado por el movimiento. Una vez superado
el miedo, resultó que podía disfrutar mucho más de lo que hubiera creído posible.
Haw no se sentía tan bien desde hacía mucho tiempo. Casi se le había olvidado lo
muy divertido que podía ser lanzarse a la búsqueda de algo.
Para mejorar aún más las cosas, empezó a formarse de nuevo una imagen en su
mente. Se vio a sí mismo con gran detalle realista, sentado en medio de un montón de
sus quesos favoritos, desde el cheddar hasta el brie. Se imaginó comiendo tanto queso
como quisiera y se regodeó con esa imagen. Luego, pensó en lo mucho que
disfrutaría con estos exquisitos sabores.
Cuanto más claramente concebía la imagen de sí mismo disfrutando con el Queso
Nuevo, tanto más real y verosímil se hacía ésta. Estaba seguro de que terminaría por
encontrarlo.
Escribió entonces:
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