Page 142 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
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Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma


                                                                 “Y entendí que lo que me esperaba,

                                                                                   No era seguir sin ti.

                                                                                    Era seguir, contigo

                                                                        Guiándome desde otro lugar”




                  E
                           n aquella casa vivía Fiorella, aquella señorita decaída, cabizbaja que le

                           embargaba  la  soledad,  la  tristeza  y  el  dolor,  ella  creía  que  el  mejor

                           remedio para ocultar sus sentimientos era llorar a escondidas, sin poder

                  expresar lo que sentía, ya que ella pensaba que nadie la podía ayudar ya que

                  siempre en su vida, la soledad, supo apoderarse de ella, sin tener apoyo de nadie,

                  que la pueda hacer cambiar de pensar, lamentablemente su vida transcurría y ella

                  no conocía de los sentimientos tan bellos que existía al exterior.

                         Con temor a experimentar esos sentimientos que ella lo veía atreves de las

                  telenovelas, un día se acercó a la ventana de su hogar y vio que en el parque había

                  un grupo de adolescentes; sin imaginar que su vida iba a empezar a cambiar en

                  un abrir y cerrar de ojos, viendo caminar a lo lejos al grupo de adolescentes que

                  reían sin parar, donde el amor era notorio, esa chispa en sus ojos

                         “DE LOS RECUERDOS, RECUERDO LOS MOMENTOS QUE VIVIMOS Y AHORA

                  QUE RECUERDO TODO ESTA PERDIDO”

                         parar, donde el amor era notorio, esa chispa en sus ojos de felicidad esa

                  gracia contagiosa que te hace cambiar de humor, donde ella después de tanto

                  tiempo mostro una sonrisa y se le vino a la mente aquellos recuerdos de niña,

                  donde estaba su madre y su padre en aquel parque jugando a las escondidas,

                  donde  eran  felices,  al  día  siguiente  se  acercó  otra  vez  a  la  ventana  con  la

                  esperanza de volver a ver aquellos adolescentes  felices, pero esta vez no estaban

                  y así sucesivamente todos los días por la tarde se acercaba a la ventana y su

                  madre se percató y le pregunto del porque miraba tanto esa ventana y Fiorella

                  solo la miro y subió deprisa a su cuarto a llorar a escondidas,  para  que  su  madre
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