Page 145 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
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Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma
hoy los vi y fui al parque y me senté cerca de ellos y una chica del grupo de
adolescentes se acercó a mí y hablamos … y al ver su madre lo emocionada que
estaba su hija la interrumpió y le dijo que bien mi princesa me alegro por ti hija,
pero ya voy hacer la cena ¡sí! y es ahí donde Fiorella sintió que la persona con
más dolor en el corazón no era ella sino su mamá, porque en ese instante se dio
cuenta que su madre no llevaba una vida normal sino era una rutina donde era
del trabajo a la casa o de casa al trabajo y es ahí donde Fiorella al darse cuenta de
todo, se puso una meta, buscar la felicidad y trasmitirla a su mamá, así como ella
lo vio en esos adolescentes que le trasmitieron esas ganas de también querer
reír y de ser feliz igual como se veían ellos.
Al día siguiente por la tarde fue al parque y aquella chica del grupo de
adolescentes que había visto el día de ayer se encontraba ahí con el grupo, cerca
al banco donde ella se había sentado el día de ayer, Fiorella se acercó y la saludo
a la chica que había conocido el día anterior , y la chica después de saludarla le
dijo aquí te presento a mis amigos y donde el grupo de adolescentes la saludaron
con un beso en la mejía y vieron en Fiorella algo distinto en ella … como si
escondiera algo, después conversando y haciéndola reír empezaron a contar
algunas cosas de ellos, para que Fiorella se sintiera en confianza, después los
adolescentes le hicieron preguntas, tal es así, el cariño y la confianza que le
habían trasmitido a Fiorella que ella respondió todas las preguntas con la verdad
y al escuchar lo que Fiorella les contaba algunos hasta empezaron a llorar y
después uno de los chicos del grupo dijo, que tal si todos nosotros chicos
prometemos que a partir de hoy como todos los días te vamos a sacar una sonrisa
para que así al menos podamos recompensar de todas las alegrías que te has
perdido y claro está que ella puede contar con nosotros, y así siguieron
parloteando todas las alegrías que te has perdido y claro está que ella puede
contar con nosotros, y así siguieron parloteando toda la tarde, que ni cuenta se
dieron de la hora, donde una de ellas mira al cielo y se da cuenta que ya es tarde,
y la chica les dice creo que de tantas bromas y parloteo nos olvidamos del tiempo
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