Page 197 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA

Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma

a mi padre, pues por los malos hábitos que había cogido no lo podía hacer ahora

qué hago, que ice!!, que ice!!! Me decía a mí mismo, se me caían mis lágrimas al

saber que no podía ayudar a mi padre, comencé a llamar a mis amigos a pedirles

ayuda pero es ahí donde una lección más me da la vida, creí que a quienes yo

llamaba amigos me iban a dar la mano pero fue todo lo contrario ninguno quiso

ayudarme, que no tenían tiempo, que no conocían a nadie con ese tipo de sangre,

que no moleste con esas webadas, que no eran sus problemas de ellos, ahora que

aria yo, teniendo lo que mi padre necesitaba y sin poder darle, había una señora

que se me acercó y me dijo: ¿tú eres su hijo de Cristian?, le respondí: si, me llamo

German y él es mi padre, un gusto mi nombre es Marta, yo lo conozco a tu papá

desde que vino a trabajar aquí, pues él ya me había contado de ustedes y sobre

todo de ti, Yo: bueno Martha quiero saber que le paso a mi padre tu sabes algo?,

Martha: si German, tu papá había decidido dejar de ir a verlos porque quería

ahorrar eso que gastaba para que pueda hacer más rápido su casa en el terreno

que había comprado, pero ya un día él me dijo que era ya más de 5 meses sin

verlos y era mucho tiempo, entonces decidió ir pero por mala suerte el bus en el

que él iba tuvo un accidente el cual le provocó todo esto. Cuando me entere que

tu papá estaba en el hospital vine a verlo y decidí mandarles a avisar ya que

estaba grabe, Yo: Martha pensé que mi papá también nos estaba dejando solos

como mi madre lo hizo, pero veo que no era así y gracias por decírmelo,

discúlpame pero ahora quiero estar solo, me levante y me fui a un parque me

puse llorar porque lo había juzgado mal a mi padre, cuando de pronto se sentó

un señor al lado mío, y me dijo: ¿qué pasa hijo, porque estas así?, le conté algo

resumido lo que había pasado y me dijo: mi nombre es Jorge y se de alguien que

te puede ayudar, por favor dígame que lo necesito con urgencia le dije, Jorge:

tranquilo, tranquilo hijo!!!, él te ayudara solo pídele de corazón, Yo: por favor

dígame soy capaz de arrodillarme ante el para que me ayude, Jorge: se llama Dios,

pídele de corazón y él te ayudara, me enojo que dijera eso, pues yo ya no creía

en Dios, porque le pedí muchas veces que haga que mamá regrese y no paso, que
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