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CAPÍTULO 11 TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN 113
vitaminas, sobre todo del grupo B y los
antioxidantes.
■ Eliminar de los ambientes interiores del
hogar y del trabajo posibles sustancias
tóxicas; comenzar con herbicidas y
pesticidas (v. tabla 11-9). Incluir momentos
de apacibilidad «sin aparatos electrónicos».
REVISIÓN TERAPÉUTICA
Directrices
• Antecedentes de exposición ambiental a
toxinas (bioquímicas y psicosociales):
todos los pacientes y familias.
• El enfoque individualizado al tratamiento
del niño y la familia es decisivo:
considérense las barreras a la accesibilidad,
los recursos y las preferencias
socioculturales.
• Nivel de energía y motivación: considérese
la disponibilidad para iniciar y mantener
el cambio. Si es bajo, comience con las
modalidades de tratamiento que aportan
energía al paciente, que dependen menos
de la motivación para su cumplimiento o
que tienen una eficacia más rápida (como
bioquímica, bioenergética y biomecánica).
Por ejemplo, los complementos y un
medicamento psicoestimulante pueden
iniciarse antes de modificar los hábitos de
nutrición de la familia o de aprender una
técnica de meditación en movimiento.
• Vigilancia del síntoma elegido como
objetivo: establecer inicialmente y hacer un
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seguimiento longitudinal. Incluir
múltiples sistemas: sueño, apetito,
síntomas gastrointestinales, deposiciones y
síntomas de alergia.
• Las estrategias múltiples e integradas son
muy eficaces.
■ Nutrición
Nivel I: Todos los niños con TDA y otros
trastornos del desarrollo
• Utilizar alimentos integrales, no
procesados (evitar aditivos y colorantes) A A
(tabla 11-5) 1
• Dieta: ingesta diaria adecuada de todos los
nutrientes esenciales para el cerebro (tabla A 1 durante 3-4 meses antes de determinar su
A
11-6)
■ Evitar relaciones y situaciones tóxicas;
utilizar un amplio repertorio de técnicas
psicosomáticas de sustentación terapéutica
(reducción del estrés).
■ Evaluar puntos fuertes y débiles en la
psicoeducación para evitar pasar por alto la
verdadera causa de la «falta de atención».
• Grasas esenciales: disminuir la ingesta de
ácidos omega-6 y aumentar la ingesta de B B 1
alimentos que contengan omega-3 (v. cap.
88)
• Disminuir la ingesta de toxinas químicas:
utilizar alimentos cultivados en la
localidad u orgánicos cuando sea posible B B 1
• Complementos: omega-3DHA/EPA;
polivitaminas-minerales (más vitamina B
[dos a tres tantos los RDA], vitaminas y B B 1
magnesio) (Folleto 2 [tabla 11-6]).
Nivel II: los que no responden a las medidas
anteriores y los que tienen trastornos
concomitantes que aumentan la probabilidad
de que los nutrientes sean los factores
causales importantes.
• Dieta de eliminación u oligoantigénica
(tabla 11-7). A A 1
• Complementos: ácidos omega-3
DHA/EPA más ácidos grasos omega-6 o B B 2 2
bien omega-6/omega-3-6 combinados;
preparados polivitamínicos y de minerales:
hipoalergénicos, libres de aditivos con
oligoelementos, mayores niveles de
antioxidante (vitaminas A, E, C) y
vitaminas B (selectivamente mayor
cantidad de B 6 y B 12 ); mayor cantidad de
magnesio. Es importante individualizar.
Nivel III: tratamiento con productos
nutricéuticos (quienes no responden a los
niveles I y II)
• Remisión al nutricionista o al especialista
en el tratamiento nutricional de los
trastornos del desarrollo.
• Dieta de eliminación u oligoantigénica.
• Complementos: todos igual que en el nivel
II, mayor cantidad de vitamina B 6 y B 12 C 2 2
(< dosis megavitamínicas).
Todas las intervenciones relacionadas con la
dieta deben aplicarse de manera constante
eficacia