Page 102 - Manual taller_Habilidades Personales y Sociales

Los pensamientos son prácticamente imposibles de controlar y además
no siempre dicen la verdad, por lo que no tenemos que creernos siempre todo

lo que dicen.

Muchas veces surgen de manera espontánea y son tan rápidos que
apenas somos conscientes de ellos. Para descubrir tus pensamientos ante

una determinada situación puedes preguntarte:
• ¿Qué estaba pasando por mi mente justo antes de empezar a sentirme

como me sentí y a hacer lo que hice?
• ¿Qué temo que pueda ocurrir?

• ¿Qué es lo peor que podría ocurrir si fuera verdad?
• ¿Qué imágenes o recuerdos tengo de esa situación?

• ¿Qué pensamientos tengo de forma repetida que me causan malestar?

¿QUÉ PODEMOS HACER SI TENEMOS ESTE TIPO DE PENSAMIENTOS?

Sentirse mal con frecuencia cuando aparece un pensamiento ante una
situación concreta puede indicarte que deberías estar atento a esa situación

y a ese pensamiento.

Expresar cómo te sientes te ayudará a aliviar la intensidad de los
problemas que te agobien. Puedes hacerlo con amigos, familiares o

profesionales. No dejes de pedir ayuda si crees que la necesitas. Hablar con
alguien nos puede ayudar a poner las cosas en perspectiva.

En ocasiones, alejarnos de la situación que provoca un pensamiento

que nos produce malestar nos permitirá verla desde otro ángulo y repensarla.

Se amable contigo mismo, háblate como si fueras tu mejor amigo. No
eres perfecto, ni puedes serlo, ni tienes la obligación de serlo.

Recuerda, el ejercicio físico, el contacto con la naturaleza, poner

atención a la respiración a la vez que dejas ir tus pensamientos van a ayudar
a distanciarte de ellos y poder abordarlos con más claridad.

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