Page 90 - Donde termina el arco iris
P. 90
CECELIA AHERN Donde termina el Arco Iris
Feliz cumpleaños.
Emborrachémonos.
Besos,
Ruby
Rosie:
Mañana regreso a Boston, pero antes de irme quería escribirte esta carta. Todas
las ideas y sentimientos que han estado bullendo dentro de mí por fi n se están
derramando a través de esta pluma y voy a dejarte esta carta para que no tengas la
impresión de que te estoy presionando demasiado. Comprendo que necesitarás tu
tiempo para tomar una decisión sobre lo que voy a decirte.
Sé lo que está pasando, Rosie. Eres mi mejor amiga y veo la tristeza que hay en
tus ojos. Sé que Greg no se ha marchado este fin de semana a trabajar. Nunca has
podido mentirme, siempre se te ha dado muy mal. La mirada te traiciona una y otra
vez. No finjas que todo es perfecto, porque veo que no lo es. Veo que Greg es un
hombre egoísta que no tiene la más remota idea de lo afortunado que es y eso me
pone enfermo.
Es el hombre más afortunado del mundo al tenerte a su lado, Rosie, pero no te
merece y tú te mereces a alguien mejor. Te mereces a alguien que te ame con todo su
corazón, alguien que piense en ti constantemente, alguien que pase cada minuto de
cada día preguntándose qué estás haciendo, dónde estás, con quién estás y si estás
bien. Necesitas a alguien que te ayude a hacer realidad tus sue ños y que sepa
protegerte de tus temores. Necesitas a alguien que te trate con respeto, que ame cada
parte de ti, sobre todo tus defectos. Deberías estar con alguien que supiera hacerte
feliz, realmente feliz, que te hiciera sentir en las nubes de tanta felicidad. Alguien que
no tendría que haber dejado escapar la oportunidad de estar contigo a ños atrás en
lugar de asustarse y dejarse dominar por el miedo a intentarlo.
Ya no estoy asustado, Rosie. No me da miedo intentarlo. Ya sé qué era ese
sentimiento que me embargó el día de tu boda: eran celos. Se me partió el corazón
cuando vi a la mujer que amo alejarse de mí por el pasillo con otro hombre, un
hombre con quien había planeado pasar el resto de su vida. Para mí fue como una
sentencia a cadena perpetua: me aguardaban un montón de años en los que no
podría decirte lo que sentía ni abrazarte como deseaba.
Dos veces hemos estado de pie ante el altar, Rosie. Dos veces. Y las dos veces
nos hemos equivocado. Necesitaba que estuvieras allí el día de mi boda, pero fui tan
estúpido que no me di cuenta de que necesitaba que fueras tú la razón para
celebrarla.
Nunca debí dejar que tus labios se apartaran de los míos aquella vez hace tantos
años en Boston. No debí apartarme. No debí caer presa del pánico. No tendría que
haber desperdiciado todos estos años sin ti. Dame una oportunidad y te resarciré. Te
amo, Rosie, y quiero estar contigo y con Katie y Josh... Siempre.
Piénsalo, por favor. No desperdicies tu tiempo con Greg. Esta es nuestra
oportunidad. Dejemos de tener miedo y arriesguémonos. Prometo hacerte feliz.
Con todo mi amor,
Alex
- 90 -