Page 8 - Portfolio en libro digital Noelia Cruz Climent
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Adentrándonos en la segunda mitad del siglo XlX, observamos que surge el
nacimiento de la Pedagogía Progresista. Todo comienza con un jurista y pedagogo
español llamado Julián Sanz del Río, que, con el objetivo de conseguir una
renovación del país, rescató por medio de la obra de Heinrich Ahrens, algunos de
los principios básicos del Krausismo, convirtiéndose finalmente en una de las figuras
clave en la divulgación de este ideal alemán.
Esta corriente filosófica tuvo gran relevancia en la década de los 60 y los 70.
Ésta, estaba basada en la idea de que todos los hombres son iguales ante Dios y
promueve la necesidad del cultivo del cuerpo y del alma. En este sentido, ofrece una
visión positivista de la ciencia y de la razón como principales medios y vías de
conocimiento para el ser humano. Asimismo, incide en la idea de la perfección del
hombre como principal medio para la mejora de la sociedad y que únicamente será
alcanzable con el fomento y la unión entre la educación, la ciencia y el arte. Más
adelante, podremos apreciar cómo este movimiento apoyó el sentido común de la
cultura española y agrupó de cierta forma, a la izquierda burguesa liberal.
Con ello y tras los incidentes relacionados con las cuestiones universitarias
ocurridas en Enero de 1868, donde el marqués de Orovio separa de sus cátedras a
Sanz del Río, Fernando de Castro y Salmerón (presidente de la primera república
en 1873) por no firmar un acuerdo, comienza en Septiembre de 1868 una revolución
por la defensa de la educación libre de enseñanza.
Seguidamente, con la segunda cuestión universitaria ocurrida en 1875, se
inició una ley donde prohibiría a los maestros formar parte de los partidos políticos,
suspendiendo de esta manera, la impartición de “doctrinas erróneas” donde hicieran
referencia a elementos democráticos. Por ello, el Ministerio finalmente toma la
decisión de expulsar a estos 3 profesores.
Sin embargo, gracias a la multitud de protestas y la colaboración de estos
defensores, se lleva a cabo en 1876 la primera junta de accionistas, donde poco
después tendrá lugar la creación de la institución libre de enseñanza (ILE) el 29 de
Octubre de 1876, bajo el lema de la importancia del principio de la libertad y de la
ciencia como único método y autoridad legítima para la investigación.