Page 3 - El impacto psicosocial en las infancias en México

Jean Gough (2020), directora regional de este organismo para la zona señala que: "Mientras en
otras regiones del mundo los colegios fueron los últimos en cerrar y los primeros en abrir, en

América Latina ha sido al contrario".

Si bien el mundo entero no estaba preparado para asumir el costo de la educación a distancia, la

región lo estaba todavía menos, por lo que millones de niños comenzaron a verse afectados por
la falta de acceso a clases regulares. Esta medida, aunada al encierro y al cierre de las áreas

comunes como parques, bibliotecas y juegos infantiles, trajo consigo un impacto psicosocial que
ha repercutido en los niños, niñas y adolescentes en el corto plazo y que no puede descartarse que
lo hará a futuro.

En México específicamente, los centros educativos se mantuvieron cerrados desde el mes de
marzo del 2020 hasta junio del 2021, fecha en la cual se decidió su reapertura de manera parcial
en algunos estados de la república. Esta disposición que se prolongó por 449 días en la mitad del

territorio nacional, afectó a más de 37 millones de estudiantes en todo el país.

Este trabajo tiene la finalidad de analizar, desde un enfoque documental, el impacto psicosocial
de la infancia mexicana derivado de las medidas de confinamiento impuestas por las autoridades
a causa de la emergencia sanitaria, a través de una analogía entre diversos países de América

Latina y tomando como referencia el manejo de la pandemia del estado de Hidalgo con respecto
a aquellas medidas que han afectado a los menores de edad.

Ante la importancia de lo que representan las escuelas para el desarrollo de los niños, niñas y
adolescentes (NNA para efectos de este texto) y consientes del impacto a futuro que la medida

podría acarrear, la mayoría de los países abieron los centros educativos de manera paulatina
conforme se obtuvieron datos sobre las formas de contagio, los protocolos necesarios para volver
a las aulas y sobre el riesgo de la población en edad escolar, sin embargo, México se convirtió en

uno de los últimos países en hacerlo.

Aunque la decisión es multifactorial y obedece a distintos intereses sociales y económicos, una

primera impresión sobre la falta de atención que requieren los riesgos psicosociales del resguardo
prolongado en casa, es la falta de atención hacia un sector de la población que no produce

económicamente y que por su edad y grado de madurez, no participa de la vida política del país.
Las medidas del confinamiento, el cierre de las escuelas y las restricciones en las áreas de juego
y esparcimiento infantil, se han visto marcadas por una visión adultocentrista por parte de las

autoridades nacionales y estatales, misma que ha invisibilizado o minimizado los derechos de los

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