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ni te pondrán atención, y muchos no serán nada motivadores; al contrario. Pero todo esto no me hizo cambiar de idea, y espero que menos a ti; soy extremadamente terco, pero también soy un silencioso perseverante. Y como sé que en otras personas, como puede ser tu caso, ese entorno podría hacer que no intentes tu cambio, o lo interrumpas, para no tener que lidiar con esas críticas y demás. Esto es lo que no puedes permitir que suceda; y en ese momento debemos tomar distancia.
Es por eso que en todo nuevo proyecto, desarrollo, hábito, o meta, se debe hacer de él, un “protegido”. En mi caso, elegí aprender a mantener la boca cerrada: a escuchar mas que hablar, a no hablar de ello, a menos que fuera extremadamente necesario. Cuando alguien me preguntaba: - ¿qué tal Mauricio, cómo vas? En que andas?
Yo respondía: “- Todo bien, todo lo mismo, feliz y bien... y desviaba, aun lo hago, la conversación. Simplemente evito ser el foco de atención; es una muy buena estrategia, en síntesis, ser un bajo perfil.
Solo cuando esté casi listo tu proceso, encaminado y seguro, ya puedes hablar de ello sin problema, ya estás encaminado. Pero mientras tanto, haz lo que tengas que hacer para proteger tu motivación y confianza; porque las vas a necesitar en ese emprendimiento tuyo, ¡y mucho! Y claro mantener tus otros compromisos ya adquiridos, para no pasar o aumentar problemas que interfieran o entorpezcan lo que vas a desarrollar. Ya con tus nuevos proyectos estructurados, todos ello pasarán al olvido.
En silencio. Proyecta tu cambio dedicándole todos los días sin falta una hora. Una hora para estudiar, mirar las relaciones del proceso, el como y cuando, y poco a poco estará creciendo sin darte cuenta. Solo una hora al día.
En conclusión, realizar un gran cambio en tu vida para tener éxito en lo que desees, no siempre resulta ser una tarea fácil, rápida, ni un camino sencillo. De hecho, en ocasiones, la manera de llegar a tu destino no siempre es una linea recta, sino que suele parecerse más a una travesía con múltiples situaciones en la que te caerás y levantarás dos, tres, cuatro o cinco veces...así cómo, en alguna de ellas, sentirás, y creerás, que estas perdiéndote; no te desenfoques, es necesario mantener tu centro a la vista para luego reencontrarte, y probablemente vas a dar un paso gigante adelante después de ello.
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