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124 La introducción de La Segunda Venida de criSto a Su igLeSia

               LA VISIÓN DE PATMOS
               4 de diciembre de 1960 [60-1204E]
               Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos
               Rev. William Marrion Branham
                   [Párrs. 227-239 incluidos en Citas, pág. 42, párr. 345]
                   227  Mateo 17, muy bien:
                   Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan… aparte a un monte alto;
                   y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se
               hicieron blancos como la luz.
                   228  Él fue transformado. ¿Qué hizo Él? Pasó Él mismo a una transformación, hasta allá a Su
               día que vendría. Ahora observen, solo unas horas antes de esto, Jesús había declarado esto acá
               atrás en el otro capítulo: “De cierto os digo, que algunos que están aquí…”. ¿Cuántos saben
               lo que voy a decir? “Algunos están aquí, que no probarán la muerte hasta que hayan visto al
               Hijo del Hombre viniendo en Su gloria”. ¿Correcto? Y Él tomó a Pedro, Jacobo y Juan, los tres
               testigos (porque en el Antiguo Testamento todo, toda palabra, por pequeña que fuera, constaba
               de tres testigos), y los llevó a ellos al monte.
                   229   Fíjense en lo que vino primero. ¡Oh, yo no puedo detenerme aquí, tengo que hablar de
               esto! ¡Miren! ¿Qué es lo primero que ellos vieron? Ellos llevaron a Jesús a un monte… o Él
               los llevó a ellos; y fue transfigurado delante de ellos, transformado. Su ropa resplandeció como
               el sol en toda su fuerza, y Les aparecieron Moisés y Elías. ¿En qué forma viene el Hijo del
               Hombre ahora? Y primero, aparecerán, serán Moisés y Elías.
                   230  Ahora, fíjense, antes de que Jesús regrese a la Tierra… Ahora, nos estamos adelantando
               un poco, pero el Espíritu de Elías regresará a la Tierra y tornará los corazones de los hijos al
               padre. La Biblia lo dice. Jesús lo vio aquí, los apóstoles lo vieron aquí, el orden de la Venida
               del Hijo del Hombre glorificado. Él ha de ser glorificado y ha de regresar. Lo primero, antes
               de que lo vieran a Él, ¿era qué? Elías; ¿y después? Moisés; Israel retornando allá, los que
               guardan la Ley; y entonces el Hijo del Hombre glorificado. ¡Aleluya! ¿Ven ustedes el orden de
               Su Venida? El Espíritu de Elías, o el testigo de la última edad de la iglesia, ¿ven?, viniendo en
               poder para manifestarlo a Él.
                   231  Entonces 144.000 judíos se reunirán en el Monte Sinaí, donde Israel misma ha llegado a
               ser una nación; la nación más antigua en el mundo; la bandera más antigua en el mundo; tiene
               su propia nación, su propia bandera, su propio ejército, su propia moneda, y todo lo demás. Es
               uno de los miembros de las Naciones Unidas porque es una nación. Jesús dijo que nunca serían
               desechados hasta que todas las cosas fueran cumplidas.
                   232  Lo misterioso de cómo ese grupo de judíos, perseguidos por dondequiera, y apartados,
               y expulsados, y echados, igual que la Iglesia por estas edades de rechazo, y sin embargo Jesús
               dijo: “Cuando veáis la higuera florecer (esa nación volviendo a ser una nación nuevamente), el
               tiempo está a la mano, aun a la puerta. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que
               todo esto acontezca”. Este linaje… Este pueblo no pasará. Hitler trató de matarlos, Mussolini
               trató de matarlos, Stalin trató de matarlos, todos los demás; pero nunca serán mancillados o
               desterrados de la tierra; serán un pueblo y una nación parados allá. ¡Amén!
                   233  Ahí vendrán Moisés y Elías. ¡Oh! Espero que lo capten.
                   234  Muy bien: “Sol resplandeciendo en su fuerza”, Su rostro transformado, transfigurado.
               Ahora otra cosa, en Apocalipsis 21:23, si lo quieren anotar. En la Nueva Jerusalén, 21:23, Él
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