Page 135 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
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Moisés y Elías  129

               INSTRUCCIONES DE GABRIEL A DANIEL
               Publicación imprenta LGCCC, págs. 27, 41-42
               30 de julio de 1961 [61-0730M]
               Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos
               Rev. William Marrion Branham
                   98.  Y yo no lo entiendo por - solamente por Epístola; yo entiendo por la Palabra, por la
               Palabra escrita, que Israel retornará a su patria. ¡Y yo la veo entrando!
                   99.  Yo entiendo por las cartas de los profetas que Israel llegará a ser una nación. Ellos
               restablecerán la adoración del templo. Y Dios irá a tratar de nuevo con ella cuando ella venga a
               su patria. ¡Oh! Dos profetas se levantarán en los últimos días con ellos. Entiendo eso. Cuando
               la Iglesia gentil salga, dos profetas llegarán, Eliseo y Moisés a Israel. Captaremos eso a medida
               que sigamos.
                   (…)  159.  Otra cosa, cuando Billy (mi hijo) y yo, y el hermano Ern Baxter, estábamos en
               camino a Palestina, después que encontramos a los judíos en casa del hermano Arganbright,
               y ellos vieron la reunión… Lewi Pethrus había enviado estas Biblias allá, y él dijo: “Estos
               judíos vinieron, dijeron: ‘Si usted llamara a un grupo de los líderes de Israel, quiero decir,
               no a estos nuevos rabinos con todas sus ceremonias, sino que llama a los genuinos israelitas
               juntos… Y hemos leído este Nuevo Testamento, y sabemos que cuando el Mesías venga Él
               nos dirá estas cosas, como la mujer en Samaria. Sabemos que Moisés dijo que nuestro Mesías
               sería un profeta’. Y cuando usted pueda decirles y mostrarles por las Escrituras que (en la cual
               entraremos en el mensaje de esta noche) - que ellos tuvieron que ser cortados y sus corazones
               oscurecidos para que el tiempo de los gentiles viniera, para que tuviéramos un tiempo de
               reconciliación para los gentiles, y sus corazones fueron endurecidos exactamente tal como fue
               en el tiempo de José, y así; y entonces traer a estos judíos a un lugar, y llamar a estos hombres
               de esa audiencia justamente como usted hace con estos gentiles aquí, por la inspiración del
               Espíritu, porque ellos dijeron: ‘Si este Jesús, y si Él es el Mesías y sus palabras son verdaderas,
               entonces Él no está muerto, Él está vivo. Y si Él está vivo, Él prometió estar en Sus - Sus
               siervos, los discípulos. Y si podemos ver que Él hace una señal de profeta, entonces creeremos
               que Él es el Mesías…”. ¡Qué cosa perfecta, exactamente correcta! Entonces ¿qué haría eso?
               Una nación sería nacida en un día entre los líderes. Cada uno de ellos diría: “Sabemos eso”.
               Cuando ese Rabino diga eso, eso lo establece. Una nación nacería en un día. Israel nacería en
               un día.
                   160.  Y yo estaba en camino, y me detuve en El Cairo, Egipto, con el boleto en mi mano y
               quince o veinte minutos antes de hacerse la llamada. Ellos estaban por llamar. Y yo caminé
               bajando para ver un trozo de ébano con - un pequeño elefante hecho de ébano con un - de
               un colmillo de marfil. Yo iba a enviarlo a un doctor amigo mío, doctor Sam Adair, para un
               pisapapeles. Y yo estaba mirándolo, y algo me dijo: “Esta no es todavía la hora. Quédate fuera
               de Palestina”. Así que pensé: “¿Seré yo mismo pensando eso?”. Y yo proseguí.
                   161.  Algo me dijo: “Esta no es la hora”.
                   162.  Me fui detrás del hangar, y levanté mi cabeza a Dios, y dije: “Dios, ¿eso eras Tú que me
               estabas hablando?”.
                   163.  Él dijo: “Esta no es la hora, quédate fuera de Palestina. Este no es el tiempo”.  Entonces
               tomé mi boleto y lo cambié, y me fui de allí a través de Roma, regresé a Lisboa, Portugal, y de
               allí volví a los Estados Unidos.
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