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334 La introducción de La Segunda Venida de criSto a Su igLeSia

crítico con ello, diciendo que no se debía hacer.
6 Y mientras yo estaba allí, hubo una Voz que me habló y me llevó hacia arriba, y yo noté
este tabernáculo así como está ahora mismo. Pero había tanta gente hasta que sólo estaban
apiñados adentro, en el tabernáculo, en esta condición, así como está ahora. Y yo estaba feliz,
parado detrás del púlpito, diciendo: “Dios qué bueno eres Tú en darme un tabernáculo”.
7 Y en ese tiempo el Ángel del Señor me habló, y dijo: “Pero éste no es tu tabernáculo”.
(…) [15] Pero ahora, Él nunca dijo que yo era un evangelista. Él dijo: “Haz la obra de un
evangelista”. Pablo diciéndole a Timoteo, ¿ven? ¿Notaron ustedes cómo dice? No dijo: “Ahora
tú has sido llamado para ser un evangelista”. Dijo: “Haz la obra de un evangelista”. Ahora,
nosotros notamos allí entonces… Ahora, si yo dijere con todo mi corazón y hasta lo mejor de
mi conocimiento, eso ha sido llevado a cabo al pie de la letra. Exactamente. Ahora, eso es hace
30 años.
16 Y hasta donde yo sé, cada visión que Él me ha dado ha sido cumplida, excepto una en que
yo tengo un cambio en mi ministerio en donde estaré orando por la gente en un lugar pequeño,
como un cuarto pequeño bajo una carpa, o un gran auditorio o algo así. A mí me pareció que
era una carpa. ¿Recuerdan eso, hace dos o tres años? Casi todo se cumplió. Yo iba a estar en
México, y cómo iba a llover esa noche y lo que iba a ocurrir allí. Y Él me dijo de mi ministerio
del Primer Halón. ¿Recuerdan lo de atrapar el pez pequeño, o perderlo? El segundo fue un pez
pequeño. Pero entonces Él me dijo, “En el Tercer Halón, no falles. (¿Ven?) Y no se lo digas a
la gente”. Siempre estoy tratando de explicar lo que estoy tratando de hacer. Él me hizo saber
que no le diga a la gente lo que uno está haciendo. Sólo hacer lo que Él me dice que haga y
dejarlo quieto. ¿Ven?

EL SÉPTIMO SELLO
24 de marzo de 1963 [63-0324E]
Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos
Rev. William Marrion Branham
[Incluido en el libro de Los Siete Sellos, pág. 471]
[161]. Entonces me alzó y me colocó en un lugar muy elevado, donde había una reunión, y
parecía una carpa o una especie de catedral. Yo miré, y así a un lado parecía que había una
cajita, un lugar pequeño. Y esa Luz que ustedes ven sobre la fotografía estaba hablando con
alguien más arriba de donde yo estaba. Se fue volando de donde yo estaba, y se fue a posar
sobre la carpa, y dijo: “Te encontraré allí. Esto será la Tercera Etapa, y no se lo dirás a nadie”.
162. Y allá en el Cañón Sabino, Él me dijo: “Esta es la Tercera Etapa”. Hay tres cosas muy
grandes que acompañan la Tercera Etapa. Una de ellas se abrió ayer, otra hoy, y queda una cosa
que no puedo interpretar, porque está en un idioma desconocido. Pero estuve allí parado, y lo
miré directamente; y esta es la Tercera Etapa, lo que viene. Y el Espíritu Santo de Dios… ¡Oh,
hermano! ¡Por eso fue que todo el Cielo estuvo en silencio!