Page 86 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb

80 La introducción de La Segunda Venida de criSto a Su igLeSia

ahora, la misma Columna de Fuego, y aun la ciencia ha tomado Su fotografía. Vemos, pues,
que las señales del tiempo del fin están a la mano. Sabemos que estamos en el fin.
238 Y luego viendo eso. ¡Si usted me cree! Si usted no me cree a mí, crea en la señal, crea la
Palabra, porque ambas le hablan de lo que yo le estoy diciendo. Si no fuera la verdad entonces
no habría vindicación. Dios nunca responde a una mentira, Él habla según la Verdad. Y estas
palabras son testimonio de que les estoy diciendo la verdad. Estas palabras son las que dan
testimonio del Mensaje que predico. Y el Ángel que apareció sobre el río aquel día (11 de junio
de 1933), dijo: “TU MENSAJE SERÁ EL PRECURSOR DE LA SEGUNDA VENIDA DE
CRISTO”. ¡Las mismas obras! Si usted no puede creer que aquel Ángel dijo la verdad, entonces
crea a las obras, porque la misma Biblia dice que estas cosas sucederán en el tiempo del fin; ellas
son las que dan testimonio; ellas hablan más fuerte que mis palabras o las palabras de cualquier
otro, porque son Sus Palabras, ellas dan testimonio del tiempo.
239 Y nosotros vemos las grandes y horribles señales sobre la gente, y las señales del tiempo
sobre la Tierra, angustias entre las naciones.
240 Vemos a Israel en su propia tierra de nuevo, con la bandera, con la estrella de David
de seis puntas, la insignia más antigua del mundo. Ahora ella es una nación y tiene su propio
Gobierno; está en la Liga de las Naciones y también en la Unión de las Naciones Unidas; tiene
su propia moneda y todo. Jesús dijo: “De cierto os digo, que no pasará esta generación sin que
todas estas cosas acontezcan”. Mateo 24:34. Y recuerde esto: La misma noche en que Israel
fue hecha una nación, esa fue la misma noche cuando me llegó el Ángel del Señor. Eso es la
verdad. Entonces aquí estamos en estos días finales.
241 Y todo está señalando la verdad. ¡Yo no les he mentido, sino más bien les he dicho la
verdad! Dios ha testificado que les he dicho la verdad. Ahora recuerden: Yo soy su hermano, un
hombre igual como usted, pero alguien tenía que traer esto; alguien tenía que decirlo. Esto no
fue por preferencia mía sino que fue Él quien formuló todo. Yo les he dicho la verdad y luego
Él ha testificado que realmente fue la VERDAD.
242 Cuando veamos estas cosas sobre la Tierra hoy, ¡oh, pueblo, esta es la última hora!
Cúbranse con esa Señal cuanto antes; o más bien, entren ustedes en la Señal, entren en la
Señal; mientras vemos la gran señal del fin, y el tiempo a la mano, advirtiéndonos: “El tiempo
está a la mano”.
243 ¡Oh, tomen esto seriamente! Debemos amarnos los unos a los otros. ¡Oh, vaya!
¡Debemos estar tan enamorados! Nunca hablen mal el uno del otro. Si alguien comete un error,
oren por él rápidamente. Estamos unidos en esto, con Dios; somos hermanos y hermanas. Oh,
vivan piadosamente. Vivan como hijas de Dios, vivan como hijos de Dios. Vivan dulcemente,
amables, humildes.
244 No permitan que ninguna malicia entre a su mente, en su pensamiento. Sólo despidan
eso. Si toca a la puerta, despídanlo. Sencillamente digan, sólo muestren su Señal, y continúen
caminando: “¡Yo estoy bajo la Sangre!”.
(…) 312 Mucha gente piensa hoy: “Porque pertenezco a la iglesia, estoy seguro y a salvo”.
No crea usted tal insensatez.
313 Cuando: “La sangre os será por señal”. El Espíritu hoy es la Señal para ustedes, la Vida
que estaba en la Sangre.
314 La misma, pensémoslo, la misma señal que ellos usaron en Egipto, la misma señal de
vida que fue en Egipto, que estuvo en Egipto, Dios empleó el mismo símbolo allá. Josué,