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6 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO
lo que era hablado se cumplía en la vida de esa persona, y
luego se reflejaba en todos los descendientes de esa
persona.
Ahora, Jacob había luchado en el vientre de su madre
por nacer primero, pero no pudo nacer primero, sino que
nació su hermano; pero Jacob es un ejemplo muy hermoso
de la persona optimista, es un ejemplo maravilloso del
vencedor: que no se detiene por la primera derrota ni por
la segunda, sino que continúa porque él tiene una meta.
Y él no dice: “Ya perdí la batalla”, sino que él dice en
su primera derrota: “Ya perdí una batalla, pero la guerra no
la he perdido, solamente perdí una batalla. Por lo tanto, me
voy a preparar mejor, usar más astucia, usar todas las
técnicas que están a mi alcance, para en la próxima batalla
hacerle la guerra más difícil; porque yo quiero alcanzar
una total victoria en esta guerra”.
Ahora, Jacob había perdido la primera batalla en el
vientre de su madre, pero no había perdido la guerra; él
continuó con el mismo entusiasmo, con el mismo amor,
hacia lo que él deseaba: la Bendición del Primogénito.
Y era muy difícil lo que él deseaba, porque
aparentemente esa primera batalla que había perdido lo
sacaba de carrera. Para su padre estaba fuera de carrera,
porque su padre amaba a su primogénito Esaú; porque era
la persona a la cual él le iba a echar la bendición, porque
en lo natural había nacido primero.
Pero su madre amaba mucho a Jacob; y Jacob estaba
muy, muy, de acuerdo con su madre. Pero Jacob no estaba
de acuerdo con la bendición que le iban a echar a Esaú,