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¿Cómo va joven?
A muy pocos platos se les puede extender un certificado de origen tapatío como a las tortas ahogadas,
hay incluso quienes escriben en el acta de nacimiento el nombre del padre “Luis de la Torre, El Güero.
Es costumbre de los torteros preguntar al comensal que pide
Las ahogadas son cien por ciento tapatías. Y si hubiera alguna duda, ésta se despeja de inmediato porque una torta “¿cómo va?”.
para su elaboración hace falta un ingrediente que sólo se consigue en Guadalajara: el birote salado.
Para responder correctamente es fundamental entender la
diferencia entre “mitad” y “media” que significan cosas
completamente distintas.
¿Qué la hace tan espe al?
El primer término se refiere a la porción. Pedir una mitad
significa que el tortero dividirá con un cuchillo el crujiente
La característica de este platillo es que el pan relleno de carne se sumerge en salsa y/o chile hasta que se
pan en dos.
ahoga en el líquido. Por esta razón la consistencia del birote es fundamental. Es el sápido y resistente
soporte, la base sobre la que se construirá esta delicia. (El birote es capaz de aguantar la salsa sin El segundo término hace referencia a la cantidad de chile en
desbaratarse). que se sumergirá la torta. Media significa que la torta
ahogada será bañada con una buena cucharada de salsa
Debe ser birote salado del día, crujiente en su costra y suave en su interior. Si se utiliza pan bolillo, telera, para darle sabor, pero que no será totalmente sumergida
baguette o cualquier otra variedad, la torta perderá en sabor y consistencia, perderá su esencia. Podrá en el chile líquido, a diferencia si se pide completa o bien
estar sabrosa, pero ya no será torta ahogada. ahogada, cosa rara.
Del relleno no hay mucho que decir. Son siempre carnitas de cerdo. Se dice que El Güero se decidió por ser Por eso ante esta petición los nobles torteros confirman la
éste un ingrediente conocido para él por su origen alteño. Generalmente se utiliza pierna cocinada en la decisión del comensal antes de proceder a tomar con unas
propia manteca del cerdo y sin mayor especia que sal. Así de simple y de complejo porque no es fácil pinzas la torta para sumergirla en la olla de chile hasta
encontrarla en su punto ideal, ni excesivamente grasosa ni muy reseca. que literalmente se ahoga en el picante. Por el contrario,
quienes no gustan del picante piden poco chile o sin chile
Algunos combinan la carne maciza con un poco de buche, pancita o lengua, todo de cerdo, cocinadas de la
misma manera. El auge de las tortas ahogadas ha sido tal que algunos vendedores han incluido variantes.
Las ofrecen de camarón, panela o pollo. Pero lo cierto es que prevalece en el gusto popular la preferencia
por las originales de carnitas.
El chile que da origen al apellido de la torta que se sumerge en él es de un rojo intenso y de un todavía ¡Nota importante!
más explosivo sabor. Su base es el chile de árbol, especialmente el que se cultiva en Yahualica, vinagre y sal.
Lo demás son pequeños toques de especias y secretos que cada tortero añade. La salsa que ha terminado
por desplazar al chile puro en su función de ahogar al pan relleno de carne es elaborada con jitomate
crudo que se muele con un poco de agua, cebolla, ajo y orégano seco. Resulta indispensable, más que en cualquier otro caso,
distinguir entre el chile y la salsa. El primero es
mucho más picante, más concentrado y lleva como
ingrediente principal el chile de árbol acompañado con
La gloria de los crudos
un poco de vinagre. La salsa, en cambio, es mucho
más ligera en picor y consistencia. Se prepara a
Durante los fines de semana las tortas se convierten en un remedio efectivo para las crudas y las
partir de jitomate molido con especias.
desveladas. El atuendo de quienes rodean los puestos cambia. Suelen ir vestidos con pantalones deportivos o
cortos, camisetas, cachuchas y lentes oscuros. Estas tortas son el remedio proverbial de los males efectos
ocasionados por la borrachera (cruda) del día anterior, pero no se necesita (“ocupa”, diría un tapatío)
pretexto tan dramático para gozar de tan singular creación. Si hay partido de futbol la demanda de
ahogadas se dispara y conseguir una minutos antes de un clásico entra las Chivas contra el América puede
constituir toda una hazaña. Se dice que hay aficionados que viajan a Guadalajara de lejanas ciudades con
el único propósito de acudir al estadio Jalisco y comerse una torta ahogada, ya que…
Resoplar, sudar o «moquear» en estos lugares no constituyen manifestaciones de sufrimiento masoquista
como consideran algunos, sino que, por el contrario, son muestra de un enorme gusto que llega a sentirse
incluso cuando la lengua se entumece, una seña de identidad tapatía.