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Historia Universal 4° Secundaria

ÉPOCA DE JUSTINIANO
Justiniano fue el gran emperador de Bizancio. Gobernó del 527 al 565. El senado lo eligió para suceder a
Justino. Justiniano, sobrino de Justino, ya había demostrado sus dotes de gran político, como consejero
del emperador y encargado de la dirección política del Imperio desde el año 518. Gobernó casi medio siglo,
si se cuentan los años que colaboró con el gobierno de Justino.
Dirigió con éxito la política exterior del Imperio y realizó admirables obras también en el campo de la
cultura.
La persona que más influyó en su gobierno fue la emperatriz Teodora, quien intervino en los momentos
difíciles de la vida del Imperio. El año 532 estalló una revuelta popular al interior de Constantinopla (La
revolución de Niké) que estuvo a punto de terminar con el gobierno de Justiniano. Teodora intervino
directamente y con energía, dando valor a su esposo y a los miembros de la corte.
La intervención de Teodora cambió el curso de la historia y salvó el reinado de Justiniano.

IV. DESARROLLO ECONÓMICO Y COMERCIAL DEL IMPERIO BIZANTINO
El Imperio Bizantino fue rico y próspero. Sus principales fuentes de crecimiento económico fueron la
agricultura y el comercio, y gracias a ellas pudo afrontar los grandes gastos de su política exterior, del
mantenimiento de la corte y sus funcionarios.
Constantinopla llegó a convertirse en un imperio comercial de primer orden. A ella llegaban los productos
orientales y europeos más variados para ser colocados en mercados de Asia, África y Europa.
La vida económica de Bizancio, floreciente gracias al comercio y la agricultura, tuvo otro gran fundamento
en su moneda. Desde la época de Constantino, Bizancio acuño moneda de oro, el besante, y exigió el pago
de prestaciones, y tributos en moneda. La moneda Bizantina se convirtió hasta el siglo XII en la divisa más
prestigiosa del mundo conocido.

V. CONFLICTO RELIGIOSO:

LA QUERELLA ICONOCLASTA
Entre los años 726 y 843 el Imperio bizantino fue desgarrado por las luchas internas entre los
iconoclastas, partidarios de la prohibición de las imágenes religiosas, y los iconódulos, contrarios a dicha
prohibición. La primera época iconoclasta se prolongó desde 726, año en que León III (717-741) suprimió
el culto a las imágenes, hasta 783, cuando fue restablecido por el II Concilio de Nicea. La segunda etapa
iconoclasta tuvo lugar entre 813 y 843. En este año fue restablecida definitivamente la ortodoxia. No fue
un simple debate teológico entre iconoclastas e iconódulos, sino un enfrentamiento interno desatado por
el patriarcado de Constantinopla, apoyado por el Emperador León III, que pretendía acabar con la
concentración de poder e influencia política y religiosa de los poderosos monasterios y sus apoyos
territoriales.

EL CISMA DE ORIENTE Y OCCIDENTE:
La separación de las iglesias oriental y occidental tiene profundas raíces culturales y políticas y tuvo una
evolución que duró muchos siglos. Mientras la cultura occidental se transformaba, por ejemplo, por la
influencia de pueblos bárbaros germánicos, la oriental mantuvo una tradición intacta de la cristiandad
griega. Aunque respetuosa con las prerrogativas de Roma como la capital original del Imperio, la Iglesia
de Constantinopla no apoyaba algunas de las exigencias jurisdiccionales de los papas, exigencias
renovadas con vigor y amplificadas durante el pontificado de León IX (1048-1054) y sus sucesores.
Oriente, a su vez, se opuso al cesaropapismo (subordinación de la Iglesia a un gobierno secular) que
caracterizaba a la Iglesia romana-católica. El Cisma continúa hasta el día de hoy, aunque serios intentos
recientes de comprensión mutua han ofrecido esperanzas de reconciliación

¿Sabías que?
El término iconoclasta hace referencia a quien destruye pinturas o esculturas sagradas, mientras que el término
iconódulo se alude al culto de imágenes

VI. DECADENCIA DE BIZANCIO Y CISMA DE ORIENTE
Los sucesores de Justiniano tuvieron que defender el Imperio del peligro Persa, que continuó siendo una
amenaza, de las incursiones masivas de eslavos en los Balcanes, y del Islam, que se convirtió en el
adversario más peligroso.
Los búlgaros se infiltraron en el Imperio Bizantino en los siglos VI y VII y se asentaron en los Balcanes. El
imperio mantuvo con ellos difíciles relaciones, aunque logró que se convirtieran al cristianismo en el siglo
IX.
A lo largo del siglo X, Bizancio llevó a cabo la evangelización del Principado de Kiev, formación política de
eslavos y escandinavos. En el siglo XI se creó la diócesis metropolitana de Kiev, dependiente de
Constantinopla.
A partir del siglo XI, Bizancio entró en un proceso de decadencia política y económica, aunque no de su
cultura y civilización.

Fin de Constantinopla:
La caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos el martes 29 de mayo de 1453 fue un
suceso histórico que, en la periodización clásica y según algunos historiadores, marcó el fin de la Edad
Media en Europa y el fin del último vestigio del Imperio romano de Oriente y de la cultura clásica.

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