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Literatura 5° San Marcos
SIGLO DE ORO
El Siglo de Oro español fue un periodo de florecimiento del arte y la literatura en España, que coincidió con el auge
político y posterior declive de la dinastía de los Austrias o Habsburgo españoles. El Siglo de Oro no supone fechas
precisas y generalmente se considera que duró más de un siglo. Su inicio no sería antes de 1492, con el fin de la
Reconquista, los viajes de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo, y la publicación de la Gramática castellana de Antonio de
Nebrija. Políticamente terminó en 1659, con el Tratado de los Pirineos, ratificado entre Francia y España. El último
gran escritor Pedro Calderón de la Barca, falleció en 1681, y su muerte es generalmente considerada como el fin
del Siglo de Oro español de las artes y las letras.
El término 'Siglo de Oro' fue concebido por el erudito y anticuario dieciochesco Luis José Velázquez, marqués de
Valdeflores (1722-1772), quien lo empleó por primera vez en 1754, en su obra crítica pionera Orígenes de la poesía
castellana, aunque para referirse exclusivamente al siglo XVI. Posteriormente la definición se amplió, entendiendo
toda la época clásica o de apogeo de la cultura española, esencialmente el Renacimiento del siglo XVI y el Barroco
del siglo XVII. Para la historiografía y los teóricos modernos, pues, y ciñéndose a fechas concretas de
acontecimientos clave, el Siglo de Oro abarca desde la publicación de la Gramática castellana de Nebrija en 1492
hasta la muerte de Calderón en 1681.
Es la etapa de mayor esplendor literaria y cultural en España. Comprende dos etapas, el Renacimiento (siglo XVI) y
el Barroco (XVIII)
EL RENACIMIENTO EL BARROCO
(s. XVI) (s. XVII)
– Unidad política – Movimiento artístico y literario
– La primera Gramática Castellana – Escuelas: Culteranismo y
– Humanismo – antropocentrismo. Conceptismo
– Idealización de la naturaleza – Estilo recargado
– Idealización del amor – Alusiones mitológicas
– Inspiración en los clásicos – Retorcimiento formal
grecorromanos – Uso de metáforas e hipérboles
– Tópicos de la poesía horaciana – Trascendencia
POESÍA EN LA EDAD DE ORO
LÍRICA DEL SIGLO XVI
Primera mitad del siglo (Gobierno de Carlos V). En la poesía española de la primera mitad del siglo XVI, se presentan
dos tendencias paralelas: la poesía castellana del cancionero, representada por Cristóbal de Castillejo y la poesía
italianizante.
ESCUELA ITALIANA O PETRARQUISTA
Durante las bodas de Carlos V con Isabel de Portugal, en junio de 1526, el embajador italiano Andrea Navagero le
aconseja al poeta español Juan Boscán, el uso de las formas poéticas italianas. Boscán acoge la idea y junto con su
amigo Garcilaso de la Vega, componen poemas al estilo italiano o petrarquista.
Más tarde, se destacan Gutierre de Cetina y Francisco Figueroa. Contemporáneo a Boscán y Garcilaso, estaba el
poeta Diego Hurtado de Mendoza, quién se mantuvo entre las dos corrientes poéticas, es decir, entre la poesía del
cancionero y la italianizante.
Así se importan y se depuran:
- El soneto
- El terceto
- El metro endecasílabo
- La lira
- La octava real
GARCILASO DE LA VEGA Y GUZMÁN (Toledo 1501 - Niza 1536), “PRÍNCIPE DE LOS POETAS ESPAÑOLES”
Nació este eminente poeta, gran señor por su familia como por su ingenio, en la imperial ciudad de Toledo, en
1503, correspondiéndole por la elevada alcurnia de su casa el hábito de la orden de Alcántara.
Desde muy joven siguió las banderas del Emperador Carlos Quinto, mostrando tales bríos y arrestos, que pronto se
distinguió entre todos sus compañeros. Estuvo en casi todos los grandes hechos de armas de aquel glorioso reinado,
habiéndose particularmente lucido en la defensa de Viena y en el sitio de Túnez, donde fue herido.
Entonces se volvió a Nápoles, donde a pesar de sus eminentes servicios incurrió en la desgracia del Emperador, por
haber protegido los amores de un sobrino suyo, que aspiraba a la mano de una dama que le era muy superior en jerarquía,
por lo cual fue desterrado a una de las islas del Danubio, que con tanto donaire había de cantar.
Mas no tardó en volver a la gracia del Emperador, dado que poco después le acompañaba en su expedición al
Piamonte, en cuyo ejército tenía bajo su mando once banderas de infantería.
Una vez derrotados los franceses y cuando ya se veían en retirada forzosa, el Emperador perseguía y daba caza; en
esta operación ordenó la toma de una torre que se hallaba en un lugar cerca de Frejus, donde desesperadamente
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