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esta historia va dedicada a quienes aún están desconcertados y sin saber                  sionales más importantes de mi vida y carrera, ya que pude compartir con
            qué rumbo tomar dentro de este basto mar de elecciones; así, comparto                     profesionales de renombre de la localidad y su vasto conocimiento. ¡Qué
            con ustedes, cómo y cuándo lo decidí.                                                     lecciones recibí! Todo esto significó en una nueva disyuntiva: seguir con
               Tuve el privilegio de ingresar en la escuela de medicina de una pres-                  los planes de convertirme en cardiólogo clínico o tomar este nuevo rumbo
            tigiosa Universidad de Loja, lo cual sin duda fue motivo de orgullo y                     de la cirugía. Con el paso de los días descubrí que la verdadera vocación
            dicha, tanto personal como familiar. Inició el recorrido y fue tal como                   es el campo quirúrgico y me mantengo enfocado en lograr ese objetivo.
            lo esperé: días de doce o más horas de estudio, con el tiempo justo para,                   Todo esto me enseñó dos cosas: la primera, que es fundamental el
            en pocas ocasiones, comer y compartir con la familia; lo cual viendo en                   planteamiento de metas y objetivos a cumplir, con el propósito de lo-
            retrospectiva fue importantísimo, dado que algunos compañeros lo afron-                   grar resultados importantes, ya que dan impulso y sentido a la vida; y
            taron solos y sin apoyo emocional por encontrarse lejos de los suyos; y,                  la segunda; que el futuro, se crea en el presente y que dichas metas no
            en algunos casos inclusive sin la totalidad de los recursos económicos                    son necesariamente rígidas, ya que existen momentos de decisión que lo
            necesarios.                                                                               cambian todo en cuestión de minuto por lo que corresponde replantearlas
               En el devenir, aprendí a llevar ese ritmo de estudio con sus altibajos                 o ajustarlas. Por lo tanto, lo importante es vivir el aquí y ahora, porque es
            hasta que se convirtió en hábito y estilo de vida, dedicado 100% a la ca-                 este momento lo único que hay, con sus regalos, oportunidades y viven-
            rrera. Cerca del final del ciclo, desarrollé afinidad y gusto por las especia-            cias para mejorar y forjar el camino.
            lidades clínicas, resultándome sencillo comprender la medicina interna y                    El corolario de esta historia, a manera de consejo: todas las preguntas
            sus vertientes como cardiología y neumología, por ejemplo. Al contrario,                  planteadas en un inicio tendrán la respuesta perfecta en el momento ade-
            era indiferente a las especialidades quirúrgicas.                                         cuado. “Si es de ser, será” dice la sabiduría popular, lo cual es cierto, sin
                                                                                                      duda. Llegará la ocasión en la que el rumbo estará claro y los caminos se
               Después de años de esfuerzo, sacrificio y expectativas, llegó la gra-
            duación, convirtiéndose en una meta cumplida. Ya era médico general                       configuren de esa manera ante oportunidades y elecciones que se presen-
            con potenciado y definitivo interés específico en la cardiología, lo que se               tarán. La clave, la formación constante para enfrentar lo que el traiga el
            convirtió en un nuevo objetivo a cumplir: especialidad en dicho campo,                    porvenir; solo así es posible ser un excelente médico.
            con énfasis en lo clínico a la par del intervencionismo, posterior al año
            de salud rural.                                                                                                    Autor: Md. Luis Alejandro Poma Ramón

               Como no todo es perfecto, ante inconvenientes burocráticos, no pude
            inscribirme para realizar la medicina rural que iniciaba en enero del 2017,
            lo que me generó frustración y llegué a creer que los planes se derrum-
            baban. Correspondía esperar seis meses para un nuevo intento de postu-
            lación y decidí ganarle tiempo al tiempo; así, busqué trabajo en el campo
            privado y luego de visitar varias clínicas de la ciudad de Loja una de ellas
            me abrió las puertas. Entrevista en la mira.
               Acudí al llamado y me reuní con el responsable de contratación, quien
            me indicó que la oferta era por un año, condición exclusiva, como mé-
            dico residente del servicio cirugía. La encrucijada estaba clara: rechazar
            la oferta para poder intentar la postulación a la especialidad, o aceptarla
            dentro de un campo distinto al que había aplicado, el mismo que era
            medicina interna y hospitalización. Consideradas las opciones con sus
            fortalezas y debilidades, en comunión con la situación económica per-
            sonal, lo acepté y allí cambió por completo el enfoque sobre mi futuro
            como médico.
               Reconozco que ese año, habiendo sido lo quirúrgico lo más lejano en
            tiempo universitario, fue y es una de las experiencias laborales y profe-
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