Page 14 - Edición Mes de Julio

Relatos

Muchas personas están a favor o en contra del gobierno. La mayoría de la población

solo escucha lo que dicen los noticieros sobre el caos que estamos viviendo, los cuales,

por supuesto, están vendidas a favor del poder ejecutivo porque ocultan la realidad
para convertir en víctimas a los personajes del gobierno, cuando la única verdad es que
el país está derrumbándose y el pueblo se manifiesta por las calles exigiendo una vida

digna que todas las personas deberían gozar y sí, puede ser que sea imposible que

todas las personas gocen de aquello, pero una gran cantidad de ecuatorianos viven con
menos de un dólar al día, un dólar para comer, un dólar para su salud, un dólar para

criar a sus hijos y mandarlos a la escuela, un dólar para poder pagar transporte e ir a
sus trabajos.

Muchas personas se quejan diciendo que se podría hacer una marcha pacífica y que los

mismos que exigen justicia violentan al pueblo, pero ¿En realidad creen que las
personas prestarían atención a una marcha pacífica? No, ni siquiera les tomarían

importancia a los valientes que salen a las calles con el valor para exigir a ese gobierno
fascista algo que nos conviene a todo el Ecuador, un país que pide que se regulen los

precios de los productos campesinos para que no les vean la cara y les den lo que es
justo por su esfuerzo, un Ecuador que pide que no se contamine los territorios con la

minería y la explotación de empresas multinacionales, que pide seguridad y protección
para que no tengan miedo de salir a la calle y terminar muertos por el robo de un

simple celular, un Ecuador que busca que se regule la alza de gasolina porque no

pueden pagar más, por ese sueldo decrépito por la mala sustentación laboral, un
Ecuador que pide presupuesto a la salud y mejoras a la educación, un Ecuador que se

manchó de sangre por la muerte de los ciudadanos que salieron a la calle a luchar por
sus derechos, al final el pueblo es el que termina con la culpa de todo, pero dónde está

su presidente para dar oído al diálogo, donde está su presidente para hablar con el
pueblo, para tratar de arreglar todo este daño que estamos viviendo.

Desde la comodidad de su casa se quejan de que por el paro no han podido hacer

algunas actividades, pero se han puesto a pensar de lo que están viviendo ellos allá? De
pasar frío y hambre, de ser atacados por las noche, personas inocentes, niños, madres,

personas de la tercera edad. Con el ardor en los ojos, el ardor de sus bombas, el ardor
de ver como siguen muriendo gente y ver como siguen atacando a los suyos, ¿acaso no

piensan en eso? Acaso no piensan en los estudiantes que salieron a las calles a
protestar porque no tuvieron otro remedio, porque su educación ha estado siendo

sustentada por un presupuesto decadente que cada vez los sustraen más hasta que se