Page 15 - en busca de equilibrio

Javier Delgado

- A ver… ahora sí, hermano, alcánzame si
puedes, ja jajá. – el feliz guerrero se echó

una carcajada burlona.

A Nacho le gustaba desafiar a Monti a
correr, y aunque siempre perdía, al aguerrido

joven le gustaba el desafío. Esa es la
desventaja de correr con dos piernas, con
cuatro patas se corre más rápido, pensaba.

Pero la emoción del reto y la competencia le
encantaba y Monti también lo disfrutaba. Esta
vez, sin embargo, Nacho tenía toda la ventaja.
Con entusiasmo, apretó su rifle con las dos

manos y empezó a correr a todo lo que le
daban sus piernas. Fácilmente, le tomó
ventaja al fuerte canino que corría cada vez

más despacio; el peso del ganso lo estaba
cansando rápidamente.

- ¿Qué pasa Bro, porque estás corriendo

tan despacio hoy? jajaja, –

se burlaba mientras corría de para atrás,
disminuyendo así el ritmo de la carrera; tenía

que esperar al jadeante Monti. – Te amo
hermano, tú eres el mejor. – susurró, mientras
su sonrisa amplia camuflaba la tristeza de sus
ojos.

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