Page 318 - ANTOLOGÍA POÉTICA
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BIOGRAFÍA
Su nombre verdadero era Olga Chams Eljach, nació en Barranquilla en 1921, hija
Lebaneses. Comenzó a escribir poemas a la edad de 11 años, para escribirlos se guiaba
por sus idolas, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni y otras poetisas del sur. Realizó sus
estudios en la Escuela de Bellas Artes en Roma, Italia, y estudio música e historia del
arte y literatura, también en Roma. En 1937 publica sus primeras obras (Tu me crees de
piedra, Cadena, Promesa y el Regalo de la Lluvia) en la revista Vanidades de Cuba.
Adopta el pseudonimo de Meira DelMar para evitar que la reconocieran. Meses mas
tarde, sus obras se vuelven populares y periódicos empiezan a publicarla. Tras la
insistencia de sus amigos, publica su primer libro en 1942 El Alba del Olvido,
vendiendo principalmente 50 ejemplares. Medio siglo después, la revista semana la
incluye entre la lista de las mejores cien obras colombianas del siglo XX. Meira decide
enviar sus poemas y su libro a Juana de Ibarbourou, para que le diera una opinión sobre
sus poemas, tiempo después es conocido que la respuesta de Juana fue la razón para que
Meira siguiera escribiendo. En 1944 publica su segundo libro de poesia, Sitio de Amor,
y en 1946 su tercer libro es publicado, Verdad del Sueño. En 1950 realiza su primer
recital en vivo en la biblioteca Nacional de Colombia, y un año después publica su
tercer libro de poesía, Secreta Isla. Desde 1958 hasta 1994 fue la directora de la
biblioteca Publica Departamental del Atlantico, que en su honor fue nombrada
biblioteca Publica Departamental Meira DelMar. El 18 de Marzo de 2009 muere en
Barranquilla al mismo tiempo de que estaba nominada para el premio Reina Sofia de la
corona española.
POEMAS
ALGUIEN PASA
Alguien pasa y pregunta
por los jazmines, madre.
Y yo guardo silencio.
Las palabras no acuden
en mi ayuda, se esconden
en el fondo del pecho, por no subir vestidas
de luto hasta mi boca,
y derramarse luego
en un río de lágrimas.
No sé si tú recuerdas
los días aún tempranos
en que ibas como un ángel
por el jardín, y dabas
a los lirios y rosas
su regalo de agua,
y las hojas marchitas
recogías en esa