Page 96 - El sagrado Coran
P. 96

96



                  24. Estas dos clases de personas son           34.  «Si  yo  quisiera  aconsejaros,  mi
                  como uno ciego y sordo y otro que ve           consejo no os serviría de nada si Alá
                  y oye. ¿Son similares? ¿Es que no os           quisiera  descarriaros.  Él  es  vuestro
                  dejaréis amonestar?                            Señor y seréis devueltos a Él».
                  25.  Y  ya  enviamos  Noé  a  su  pueblo:      35.  (O  dicen:  «Él  lo  ha  inventado».
                  «Soy  para  vosotros  un  monitor  que         Di:«Si yo lo he inventado, ¡caiga sobre
                  habla claro:                                   mí mi pecado! Pero soy inocente de lo
                  26.  ¡No  sirváis  sino  a  Alá!  Temo  por    que me imputáis»).
                  vosotros  el  castigo  de  un  día             36. Y se reveló a Noé: «De tu pueblo
                  doloroso».                                     sólo creerán los que ya creían. ¡No te
                  27. Los dignatarios de su pueblo, que          aflijas, pues, por lo que hicieren!
                  no  creían,  dijeron:  «No  vemos  en  ti      37.  ¡Construye  la  nave  bajo  Nuestra
                  más  que  un  mortal  como  nosotros  y        mirada  y  según  Nuestra  inspiración  y
                  no  vemos  que  nadie  te  siga  sino  la      no me hables de los que han obrado
                  hez  de  nuestro  pueblo,  que  lo  hace       impíamente! ¡Van a ser anegados!»
                  irreflexivamente. Ni vemos que gocéis          38.  Y,  mientras  construía  la  nave,
                  de  ningún  privilegio  sobre  nosotros.       siempre     que    pasaban      por   allí
                  Antes bien, creemos que mentís».               dignatarios  de  su  pueblo  se  burlaban
                  28.  Dijo:  «¡Pueblo!  ¿Qué  os  parece?       de  él.  Decía:  «Si  os  burláis  de
                  Si  yo  me  baso  en  una  prueba  clara       nosotros,  ya  nos  burlaremos  de
                  venida de mi Señor -que me ha hecho            vosotros como os burláis.
                  objeto  de  una  misericordia  venida  de      39.  Veréis  quién  recibirá  un  castigo
                  Él-,  y  que  vosotros,  en  vuestra           humillante y sobre quién se abatirá un
                  ceguera,  no  percibís,  ¿deberemos            castigo permanente»
                  imponérosla a despecho vuestro?                40.  Hasta  que,  cuando  vino  Nuestra
                  29.  ¡Pueblo!  No  os  pido  hacienda  a       orden  y  el  horno  hirvió,  dijimos:
                  cambio -mi salario incumbe sólo a Alá-         «Carga  en  ella  a  una  pareja de  cada
                  y no voy a rechazar a quienes creen.           especie,  a  tu  familia  -salvo  a  aquél
                  Sí, encontrarán a su Señor. Pero veo           cuya suerte ha sido ya echada- y a los
                  que sois un pueblo ignorante.                  creyentes».  Pero  no  eran  sino  pocos
                  30. ¡Pueblo! Si les rechazo, ¿quién me         los que con él creían.
                  auxiliará  contra  Alá?  ¿Es  que  no  os      41. Dijo: «¡Subid a ella! ¡Que navegue
                  dejaréis amonestar?                            y  llegue  a  buen  puerto  en  el  nombre
                  31. Yo no pretendo poseer los tesoros          de  Alá!  Mi  Señor  es,  ciertamente,
                  de  Alá,  ni  conozco  lo  oculto,  ni         indulgente, misericordioso».
                  pretendo  ser  un  ángel.  Yo  no  digo  a     42.  Y  navegó  con  ellos  entre  olas
                  los  que  vosotros  despreciáis  que  Alá      como montañas. Noé llamó a su hijo,
                  no  les  reserva  ningún  bien.  Alá           que se había quedado aparte: «¡Hijito!
                  conoce bien sus pensamientos. Si tal           ¡Sube con nosotros, no te quedes con
                  dijera, sería de los impíos».                  los infieles!»
                  32.  Dijeron:  «¡Noé!  No  paras  de           43.  Dijo:  «Me  refugiaré  en  una
                  discutir con nosotros. ¡Tráenos, pues,         montaña  que  me  proteja  del  agua».
                  aquello con que nos amenazas, si es            Dijo:    «Hoy      nadie      encontrará
                  verdad lo que dices!»                          protección  contra  la  orden  de  Alá,
                  33.  Dijo:  «Sólo  Alá  hará  que  se          salvo  aquél  de  quien  Él  se  apiade».
                  cumpla,  si  Él  quiere,  y  no  podréis       Se interpusieron entre ambos las olas
                  escapar».                                      y fue de los que se ahogaron.
                  El Sagrado Corán      -      Biblioteca Islámica «Fátimah Az-Zahra»      -      www.islamelsalvador.com
   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101