Page 258 - Arquitectos del engaño
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Armamento más eficaz


               En cambio, la élite dirigente comenzó a utilizar nuevos métodos para hacer daño a la gente. Durante
        la  Segunda  Guerra  Mundial,  desarrolló  la  tecnología  de  microondas.  En  los  años  70,  este  desarrollo  se
        aceleró con un fuerte salto desde un efecto de 1 MW a uno de 1.000 MW. Se creó la tecnología de partículas
        y  la  de  fusión.  Tanto  la  Unión  Soviética  como  Estados  Unidos  tuvieron  acceso  a  un  potente  cañón  de
        microondas, capaz de interferir o dañar equipos electrónicos, pero también puede ser utilizado contra seres
        humanos.
               Hoy día, Israel, Japón, Francia, Gran Bretaña y otros países líderes poseen este arma.
               Los científicos masones han desarrollado un pulsador de microondas de alta energía (el HPM), un
        generador especial de microondas. Un pulso de láser de un par de miles de kW a una cierta frecuencia es
        capaz de destruir un gran número de robots. Según los científicos, el HPM puede operar dentro de un área
        limitada con un número muy grande de pulsos en el rango de las microondas (1-100 GHz). El efecto del
        pulso  disminuye  con  la  distancia.  Muchos  países  están  indefensos.  Les  resulta  demasiado  caro.  El  arma
        dispara a la velocidad de la luz. Puede ser disparada en secreto, sus rasgos son invisibles e inaudibles, y es
        muy  difícil  establecer  si  uno  ha  sido  golpeado  por  microondas.  Esto  dificulta  averiguar  las  amenazas  y
        demostrar quién es el responsable.
               Las armas de polvo emiten anti-ondas, que imposibilitan una agrupación electromagnética diferente
        de las moléculas del cuerpo. Los seres humanos pueden experimentar discapacidad auditiva en un rango de
        pocos kilómetros.
               Las armas HPM pueden interferir en el sistema nervioso a una distancia de 30 km. Para los sistemas
        basados en el espacio, el rango puede ser enorme. Las armas ubicadas en el espacio pueden ser utilizadas
        contra objetivos en la superficie de la tierra (Militar Teknisk Tidskrift, nº 3, 1.989, p. 19-25).
               Los  hornos  de  microondas  son  una  fuente  adicional  de  peligro,  como  lo  son,  por  supuesto,  los
        teléfonos  móviles.  Las  microondas  causan  leucemia,  vértigo,  deterioro  de  la  visión,  tumores  cerebrales,
        mutación del ADN y otros síntomas.
               La élite dirigente también tiene acceso a armas de radiofrecuencia, con intervalos de unos Hz hasta
        varios GHz, y que están en el espacio o en el suelo. Hay armas de mano, del tamaño de un maletín, para ser
        utilizadas en ataques a corta distancia, así como sistemas móviles transportados en camiones. Hay armas
        para la guerra táctica, terrestres o aerotransportadas, con una gama de hasta 20 km.
               Las  armas  estratégicas  de  radiofrecuencia  tienen  suficiente  capacidad  como  para  acabar  con  la
        población de ciudades enteras, como mínimo igual a la de las armas nucleares (pero sin causar devastación
        material). La tecnología de la radiofrecuencia ha llevado a armas de destrucción masiva más letales que las
        armas nucleares. Las armas estratégicas terrestres pueden ser dirigidas a dianas por debajo del horizonte.
               Los efectos de las armas de radiofrecuencia se pueden comparar con los de los neurotóxicos, que son
        letales en concentraciones muy bajas. Destruyen la interacción electromagnética sensible dentro del tejido
        nervioso. Su principal objetivo son el sistema nervioso central y el cerebro.
               Las  frecuencias  utilizadas  en  las  armas  electromagnéticos  se  extienden  mucho  más  allá  de  las
        longitudes de onda de radio reales. El rango de frecuencias inferior, por debajo del infrarrojo, es designado
        como frecuencias de radio.
               Las armas láser también tienen un efecto devastador.
               Por supuesto, también se han desarrollado armas biológicas. En las negociaciones de paz durante la
        guerra  entre  Francia  e  India  1.755-1.760,  oficiales  británicos  distribuyeron  mantas  envenenadas  con  la
        viruela a los indios. Esto provocó una epidemia, que los llevó a rendirse.
               Gran Bretaña está llevando a cabo experimentos con armas de fuego cargadas con munición térmica
        de bario. Estas armas pueden ser dirigidas a un edificio particular, matando a todos los que estén dentro con
        una intensa ola de calor sin dañar los edificios circundantes, como explicó Paul Beaver de la revista Jane's
        Defence  Weekly.  El  misil,  que  produce  altas  temperaturas  y  alta  presión,  puede  ser  disparado  desde  el
        hombro.  Como  explota  dentro  del  edificio,  la  onda  de  presión  distribuye  el  calor  a  través  de  puertas  y
        escaleras, consumiendo todo a su paso. Los rusos utilizaron con éxito armas térmicas en Chechenia.
               Se ha revelado que el 11 de septiembre de 2.001, se utilizaron lo que se conoce como bombas termita
        de plasma para destruir las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York, después de que los dos
        aviones impactaran con las torres. Estas bombas de plasma sólo están disponibles para los Estados Unidos e
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