Page 257 - Arquitectos del engaño
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crecimiento de los desiertos, que no se llegó a implementar nunca. Habría requerido de 4,5 millones de
dólares anualmente durante 20 años alcanzar su objetivo de detener la desecación del terreno.
El científico estadounidense Lester Brown (Worldwatch Institute) ha estimado una pérdida anual a
través de la erosión de 23 millones de toneladas de tierra vegetal. A mediados de la década de 1.900, la tierra
tenía 3.500 millones de toneladas de tierra vegetal. Con estos cálculos, el suelo durará otros 130 años o
menos. Entre 1.950 y 1.973, se dobló la demanda de cereales. En el año 2.000 se había duplicado otra vez.
Millones de toneladas de suelo son depositadas por el viento en ríos y lagos. Sobre todo, hay una pérdida de
suelo en los países en desarrollo cuando la gente corta árboles para hacer leña.
A principios del siglo XX, vivían en la tierra 30 millones de especies diferentes. En 1.993, había 15
millones menos. Entre 1.900 y 1.980, desaparecía cada año una especie de mamífero. En la década de 1.980,
los seres humanos destruían una especie cada día.
Algunos científicos estiman que cada minuto están muriendo 30 especies - como si las otras formas
de vida no tuvieran derecho a crecer y desarrollarse. Biólogos preocupados sospechan que muy
probablemente hayan existido plantas recientemente que ahora ya están extintas, incluso antes de haber sido
descubiertas.
La importancia de las Energías
Es agradable pasear a orillas de los ríos, donde las ondas Schumann son más fuertes. Poco después de
la Segunda Guerra Mundial, se vio que estas ondas tenían un rango de frecuencias de 7,8 Hertzios. Cuanto
más alta sea la frecuencia, más energía será radiada.
Las frecuencias, positivas, más altas aumentan el nivel de oxígeno en las células (la música
inarmónica reduce el nivel de oxígeno). La música suave de Vivaldi, Bach y otros compositores clásicos
reduce los niveles de colesterol y regula la presión arterial. Es vital que se eleve la carga eléctrica en las
células. La música Hardrock produce vibraciones nocivas, las imágenes inferiores e inarmónicas perturban
nuestra armonía interior.
Los medios de comunicación refuerzan las energías negativas. Muchas películas glorifican la
violencia y el sexo. ( Los hombres se vuelven más débiles en términos de energía, ya que perdieron grandes
cantidades de minerales y vitaminas al tener relaciones sexuales con demasiada frecuencia.) La médico
estadounidense Judith Sachs defiende: "¡Curaos con sexo!" Cuanto más perjudiciales son las ideas, mayor es
su impacto. ¿Cuántas personas son conscientes de que hace mucho tiempo, los chinos recomendaban la
abstinencia de las relaciones sexuales antes de las carreras y las batallas agotadoras? En Occidente, esto ha
sido totalmente ignorado hasta hace muy poco. Sólo ahora hemos descubierto la utilidad y el sentido de esta
recomendación.
Todas las células vivas, para funcionar, dependen de la información transmitida de forma
electromagnética de otras células y del sistema nervioso central. De esta manera, las células enfermas
infectadas por un virus, son capaces de transferir sus síntomas a las células no infectadas. Incluso una
corriente magnética muy débil puede transformar las células sanguíneas en proteínas dentro del tejido óseo.
Un campo magnético débil, pulsando a través del cerebro conduce a una alteración de la capacidad para
resolver problemas y reduce la capacidad de reaccionar Un pulso electromagnético incorrecto puede matar,
paralizar o afectar mentalmente a personas de una manera similar a la de los neurotóxicos.
Nuestros cuerpos utilizan una cierta corriente eléctrica para regular la curación de las heridas. Esta
corriente va desde el cerebro, a través del sistema del nervio motriz y de vuelta a través del sistema nervioso
sensorial. La anestesia bloquea estas corrientes. En un experimento realizado con las salamandras, la
corriente del cuerpo fue bloqueada por una contracorriente a través del cerebro. El animal se quedó dormido,
pero despertaba en cuanto se apagaba la corriente opuesta. El científico norteamericano, Dr. Robert Becker,
descubrió esto en la década de 1.920 (Robert Becker, Gary Selden: "El cuerpo eléctrico: El
electromagnetismo y el origen de la vida", Nueva York, 1.985).
Con la ayuda de la misma técnica, el virus VIH, así como el cáncer pueden ser detenidos, pero no hay
ninguna gana de hacerlo.