Page 214 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
al bienestar humano y la autonomía
qué alimentos puede o no consumir en los diferentes momentos de su vida.
Este encierro dura de dos a tres meses, en ocasiones incluso un año, esto
dependiendo de cuánto tarde en presentarse la segunda menstruación,
momento en el que se le “libera”. El encierro se hace buscando el bienestar de la
mujer, para evitarle enfermedades como hemorragias, periodos menstruales
abundantes y dolorosos, además de propiciarle futuros partos saludables y el no
envejecer rápidamente. Cuando sale la niña del encierro se hace un ritual similar
al bautismo, con los mismos elementos; en este momento la niña es adulta,
pero todavía no puede conseguir pareja. Durante el encierro las niñas solo
pueden bañarse de cuatro a cinco de la mañana, baños en que usa kerapiri y
una hoja aceitosa llamada wijo; en este tiempo la joven debe evitar el contacto
con la luz, sea del sol o de las llamas; pero no de la luna porque esta es una
energía más femenina que masculina. Luego de esta celebra- ción, durante un
año entero, ella debe ser capaz de mantener sola la chagra y demostrar que
conoce cómo elaborar almidón de buena calidad; cuando pasa esta prueba a la
mujer se le permite conse- guir pareja. Entre los upichía (matapí) el grado de
fertilidad puede reconocerse desde el encierro, pues el lawichu´ra´aru lo
identifica en las meditaciones; también sabe si la niña será promiscua, lo que se
comunica a los padres para que tengan precauciones en su formación. La mujer
upichía (matapí) con la menstruación acostumbra permanecer en otro rancho
fuera de la maloka por tres días, tiempo durante el cual no puede tocar objetos
de la cocina o del hombre, ni puede hablar con estos. Con la menstruación la
energía o el “humor” son muy fuertes, pues debilitan la memoria de los
hombres y generan más susceptibilidad a las enfermedades; por esto se evita
tener relaciones sexuales mientras ocurre la menstruación.