Page 210 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
             al bienestar humano y la autonomía


                En el páramo Rabanal se considera que durante la niñez se tiene la sangre
             más débil y por tan- to, se tiende a sentir más frío, motivo por el cual las madres
             acostumbran mantener muy arropados sus bebés. Los niños comienzan a
             adquirir temperatura cuando inician el consumo de “comidas  de sal” y llegan a

             tener la temperatura de un adulto luego de cumplir los cinco años de vida. Se
             piensa que los niños son más propensos a tener enfermedades producidas por
             frío, por lo que las temporadas de lluvia e invierno les predisponen de manera
             más marcada principalmente a enfer- medades respiratorias. En Rabanal se

             promueve que las madres continúen la lactancia materna hasta los dos años de
             vida del bebé, para adicionar luego del segundo mes caldos suaves; posterior al
             año se dan sopas de maíz con pequeños trozos de carne, así como algunas
             frutas y verduras. La administración de alimentos sólidos se dice debe seguir la
             aparición de los dientes. En esta fase del ciclo vital se prefiere administrar

             alimentos de carácter caliente, “porque si les da un alimento frío, el niño tiene la
             encía calientica y se le vuelve chiquita, se le entiesa y eso es un problema para
             que le salgan los dientes, por eso les da diarrea y fiebre”; se considera que esta
             situación puede cata- logarse como una clase de “pasmo” que puede ser

             revertido echando el alimento frío consumido a una olla de agua caliente. En la
             niñez los campesinos del páramo Rabanal utilizan el “fajero” para evitar además
             de hernias, la entrada de frío al estómago de los niños, para lo cual se coloca
             bajo estas telas ramitas de poleo, planta clasificada como caliente. También para

             evitar la entrada de  frío por la cabeza se coloca un gorro a los bebés, ya que el
             ingreso de aire frío por la “mollejita” o fontanela, puede predisponer a padecer
             de bronquitis y crisis de tos. Se dice que aproximadamente a los seis meses los
             bebes comienzan a gatear y al año a caminar. Para facilitar el aprendizaje de

             estas capacidades motrices, se acostumbra colocar entre los postes de la casa
             bejucos o varitas de las que el bebé pudiera sostenerse en sus primeros intentos
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