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los chilenos atacaron a los dueños Solo unas cuantas grandes empre- Existió una corriente anti
de negocios generando la necesidad sas como las compañías comerciales, asiática . En 1918, las clases bajas de
de cooperación para defender sus Wing On Chong y Pow Lung, sobrevi- Lima, influenciadas por los sindicatos,
derechos y demostrar que estaban vieron a la crisis. rechazaron a los asiáticos y su barrio.
dispuestos a integrase a la sociedad No obstante, los intelectuales, aun-
peruana. Es por estos sucesos que se Algunos comerciantes chinos apro- que apoyaran los movimientos socia-
creó una asociación federada, el Ton- vecharon la oportunidad de adquirir les, tenían una diferente percepción
ghuy Chongkoc, con el apoyo del pri- los sitios vacantes para incrementar del barrio, gracias a la comida chifa.
mer embajador de China, Wong Kay el número de los almacenes y puntos
Sam de ventas. Esta resistencia frente a la Esta era la paradoja de una
Con el fin de la guerra entre crisis y el control de la distribución ciudad complicada e insaciable, a pe-
Perú y Chile (1884), el barrio chino se de los productos necesarios por los sar de las crecientes demostraciones
encontraba en mala condición dado negocios chinos de pequeña escala anti-asiáticas se generó un afecto por
que sufrió los saqueos de los chile- afectaron la relación entre los chinos el barrio por su atractivo exótico que
nos. Los mercados en quiebra fueron y los peruanos. Por la creciente hosti- había sido descubierto recientemen-
vaciados por los comerciantes, las lidad hacia los chinos las autoridades te. Se rechazaba a la sociedad china
rentas en todos lados fueron muy al- peruanas para controlar los crecien- por sus integrantes, pero se valoraba
tas, los vendedores ambulantes esta- tes números de inmigrantes, el go- los elementos culturales, especial-
ban fuera de control, invadiendo las bierno optó medidas que agraviaban mente la gastronomía, por los apor-
cuadras de las calles aledañas en una las condiciones de la clase laboral y tes nunca antes vistos en nuestra so-
frecuencia creciente. los dueños de pequeñas tiendas ciedad

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