Page 18 - revista apelo 2º edición
P. 18
Claro que, este caso histórico [Pachamama, En esta misma lógica sorprende la idea una et-
Jirkas], en Huariaca coincide con la venera- nografía que tiene la virtud de ser un texto casi
ción católica del 24 de junio: San Juan Bau- novelado, un libro experimental.
tista, conservándose en su nombre muchas Si su trabajo en sí es una propuesta sublevan-
actividades ancestrales. La reciprocidad te y testimonio colectivo de las tradición cul-
aún se expresa en: a) la participación de la tura de Huariaca, es también el punto en que
comunidad campesina, b) la participación se reclama la continuidad de ésta en el centro
de las instituciones urbanas, c) la participa- de una nueva configuración: el Día Grande tras
ción de una familia afincada o visitante, d) la el cual aparece soldada Pachamama, a la que
participación de una persona simpatizante se le rinde culto –junto con las jirkas o dioses
o devota, e) en el lenguaje y otras manifes- lares- y al mismo tiempo la memoria remota
taciones de tiempos prehispánicos. del enojo de Mama Raywana. Tras esto, apa-
(Al que agregaremos el tono inventivo, un rece el documento sublevante que reclama,
yo que va matizada por los recuerdos y una que demanda equilibrio ecológico. Y en el cen-
historia que atrapa al lector, que nos hace tro de las tradiciones la comunicación, ese
sentirnos parte de la comunidad, porque aprendizaje necesario para continuar siendo,
estamos a la expectatva de los amores de y seguir participando del Raje de leña, hoy y
Ishaco Ricra y Ricardina). mañana, siempre. Un libro, ciertamente, cau-
He hablado de una voz plural, un yo que tivador, que llega en el momento preciso, en la
hace colectiva, la que registra lo que ocurre hora que desaprendemos, para reclamarnos
en el raje. –sin nostalgias- volver sobre nuestra raíces.
Gracias, Pedro Lovatón Sarco.
Esta voz colectiva a su vez vuelve al yo
como queja ya este da cuenta de las trans-
formaciones de las costumbres (“Los cam-
bios son inexorables”:, sin embargo visua-
liza como ellas, a pesar de todo, continúan
vigentes y se han extendido a la urbe
Una de las articulaciones centrales de este
hermoso trabajo es su reflexión entre lo que
contemporáneamente significa la fiesta del
viejo, de San Juan, y el homenaje que se rin-
de a la tierra, a la Mamapacha y el recuer-
do, de un olvido, en los tiempos mítico de
la Rawana: “para que la fiesta del Taita San
Juan salga bonita y la Pachamama no se
resienta, como la Raywana que una vez se
nos molesto”. Es decir, como una fiesta con-
temporánea alcanza fuertes resonancias en
torno a poética de la memoria andina, a la
identidad cultural, y esta se verá ahora ar-
ticulada con el Trukay: “El Trukay significa
cumplimiento, responsabilidad e identidad
con las costumbres”, las formas como la
comunidad se compromete con la fiesta -y
desde ella- rememora y reconstruye su me-
moria y su tradición contemporánea y an-
cestral.
18 A PELO
revista