Page 262 - Velasco y la independencia nacional
P. 262

VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
tre sonrisas todas las versiones de parte. El humor en estos
ámbitos ha vuelto a ser una herramienta de la reflexividad.
Pero seguramente la figura de la autoridad resulta tam- bién atractiva por sí misma, sobre todo en contextos de des- esperanza colectiva y sensación de desgobierno. Aunque las redes representen la apoteosis de la participación y de los debates masivos, caóticos y muchas veces desaforados, es difícil que la mayoría de las personas aspire a una estam- pida anárquica como esa, de manera permanente, para su vida personal y en sociedad. Se precisa dar salidas a las cri- sis, mostrar caminos o de plano inaugurar nuevas rutas. Y esa irrenunciable tarea, a pesar de todas las sensibilidades ultra individualistas o ultra colectivistas que de ello puedan recelar, requiere liderazgos. Velasco, como varios otros per- sonajes de talla histórica, representa la firmeza del conduc- tor. Pero también la respuesta enérgica al descontento, a la decepción y el hartazgo recurrentes con lo que hoy se suele denominar la “clase política”. Los militares del 68 tomaron el poder por asalto para relevar a una clase política criolla que juzgaban incapaz, pusilánime e inconsecuente.
Luego, los memes que tienen al General Velasco como protagonista no acusan, premeditadamente o no, nada de simpleza. Con una extraordinaria capacidad crítica de sín- tesis –una imagen y unas pocas palabras- exploran con cier- ta profundidad la naturaleza y el sentido del autoritarismo velasquista, su contexto, sus aciertos y sus límites. Es decir, problematizan al personaje, su circunstancia y su dimensión. Esa reflexividad visual instantánea tiene mucho más de sus- tancia y complejidad que tantos otros juicios formulados a la ligera, que se incuban y se esparcen impregnados varios de ellos de sorprendente soberbia y oquedad, a despecho in- clusive de sus credenciales mediáticas o académicas.21 En los
21 Un autor reciente, por ejemplo, que se refiere al General Velasco como “el dictador” a secas, habla con llamativas licencias de un gobierno “ensimismado, megalómano
  — 262 —




























































































   260   261   262   263   264