Page 19 - Para el buen gobierno de los pueblos
P. 19
Enseñanzas de los Gobernantes Incas
erradicar las formas culturales de los pueblos conquistados y eliminar toda su sabiduría de vida. El Tercer Concilio de obispos reunido en Lima en 1583 ordenó la quema de quipus y de huacas acusadas de “hechizamiento y brujerías”. Así se hizo minuciosamente. Después siguieron las campañas llamadas de “extirpación de idolatrías” a inicios del siglo XVII. La iglesia, como sabemos, era la fuerza ideológica que modela las costumbres y los prejuicios que la colonización instala.
Pero, la civilización inca era tan nítida en sus originalidades de vida, tan extendida en sus tradiciones y tan ventajosa en sus formas de colaboración, que fue inevitable que sus prácticas siguieran circulando. Subsistieron no solo en la tradición oral y en las costumbres de la gente de las comunidades, sino que se recogieron en los testimonios de los cronistas. Se la encuentra sobre todo en la escritura de los cronistas indígenas, pero fue inevitable que la recogieran también los cronistas hispanos a pesar del celo de los administradores coloniales, y de la censura de los extirpadores omnipresente de la iglesia.
Revisando esos testimonios es posible reconstruir lo que puede llamarse las enseñanzas de vida de los pueblos incas, sus leyes, sus costumbres de trato entre personas, entre comunidades, y con sus gobernantes. Los pueblos incas practicaban una moralidad de vida esencialmente laboriosa y comunitaria, donde el individuo no era ignorado, pero no estaba colocado por encima del bien común. La prioridad era
19