Page 18 - Para el buen gobierno de los pueblos
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monumentos, los textiles, los acueductos y las cerámicas de las civilizaciones peruanas. En cambio, no se fijaba en la sabiduría de vida intangible de estos pueblos. Como si no hubieran sido civilizaciones, o no hubieran dejado pruebas de las grandezas de su moralidad, su fraternidad, su organización, su gobierno, su cohesión, o todo eso fuese deleznable.
Lo cierto es que las comunidades andinas desarrollaron una civilización genuina, a la altura de cualquiera de las civilizaciones del momento. A la llegada de los conquistadores los pueblos del incario estaban bastante bien organizados, con una vida cultural propia e intensa. Había escuelas (yachay wasis), maestros (Amautas), instructores (Camayocs), sabios (el Vilahoma), así como abundante conocimiento y sabiduría que se guardaba en los quipus, tocapus, yupanas, y en las leyes que enseñaban los gobernantes.
Hoy se reconoce que los quipus eran una suerte de escritura de tres dimensiones, en los que se contenían poemas, canciones, además de hechos y cifras, todo lo cual enseñaban los amautas en particular a quienes tenían el encargo de gobernar.2
La decisión del poder colonial para quemar ese conocimiento y desaparecerlo fue expresa. Su propósito era
2 Magdalena Setlak, Viviana Moscovich, Sabine Hyland, Lucrecia Murillo, Quipus y Quipucamayoc, Codificación y Administración en el Antiguo Perú, Ernst and Young Consultores, S. Civil de R.L., Lima 2020. También, Laura Laurencich Minelli, “Las actas del coloquio Guaman Poma y Blas Valera. Tradición Andina e Historia Colonial: nuevas pistas de investigación. Una nota”, Espéculo: Revista de Estudios Literarios, No. 20, 2002