Page 26 - Para el buen gobierno de los pueblos
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de pensar occidentales. Sobre todo, hay que estar atentos al sentimiento de la gente, dejar actuar a las capacidades, volver a la experiencia de las generaciones y aprender de ellas.
Las sabidurías modernas salidas de Europa han traído gran despliegue de progreso tecnológico e inmensos caudales de dinero, pero una de las señales que la historia emite ahora con mayor intensidad es que eso ha llevado también a un empobrecimiento notable de la condición de la gente, al agobio de la vida, al deterioro de la comunidad política como espacio de realización de los fines humanos, y a la depredación absurda de las circunstancias naturales.
Vistas en esa dimensión, las Enseñanzas de los Gobernantes Incas que aquí condensamos en una primera versión, deberían tener para la civilización andina y los descendientes de ella, el mismo valor que el confucianismo tiene para los pueblos chinos, el budismo para los hindúes, las XII tablas para los romanos, o cualquiera de las filosofías milenarias para sus respectivas comunidades históricas. En esa medida deben ser rescatadas, enseñadas, practicadas, utilizadas y continuadas. Ellas pueden servir de guía de acción de las personas, las familias, las empresas, las comunidades, los gobiernos, con la ventaja de ser afines a nuestros modos de ser. Ellas proporcionan direcciones de reforma de la comunidad política peruana para avanzar a una república mejor ordenada. Deberían, por ello ser tomadas en cuenta en una constitución que pase a ser la Constitución de la República Inca Peruana.