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Comunidad política
Desafortunadamente ninguno de ellos tiene una estructura institucional sólida, con ideas claras, líderes formados y actitud democrática consistente.
Este es uno de los desafíos que plantea la renovación política del bicentenario, si estamos claros en que lo que hace falta en el Perú es dejar de lado, de una vez por
Lo mismo y aun con más atención debería hacerse con todo el empresariado emergente de las regiones del Perú, de tamaño micro, pequeño, mediano y grande, para sintonizar en esfuerzos, potenciar las ramas productivas innovadoras y facilitar las vías legales para que todas las unidades productivas del país puedan funcionar sin ser perseguidos bajo ningún pretexto ideológico, legal o tributario.
Lo mismo y aun con más atención debería hacerse con todo el empresariado emergente de las regiones del Perú, de tamaño micro, pequeño, mediano y grande, para sintonizar en esfuerzos, potenciar las ramas productivas innovadoras y facilitar las vías legales para que todas las unidades productivas del país puedan funcionar sin ser perseguidos bajo ningún pretexto ideológico, legal o tributario.
todas, las zancadillas, el revanchismo, el manipuleo, el sectarismo, la política menuda de los intereses mezquinos, que por desgracia se incentiva diariamente desde una prensa cuya denominación precisa tendría que ser la de prensa canalla.
Entonces, no está demás reunirse con los dirigentes de los partidos que creen en el dialogo, y están dispuestos a dejar de mascullar el lenguaje de enemigos; pero igual o más importante es reunirse con los sectores de la sociedad.
Con el esfuerzo de todos
Es una buena iniciativa la del ministro de Economía Pedro Francke, quién el 10 de agosto de reunió con 14 gremios empresariales representativos del país, entre los que estuvieron directivos de la Confederación nacional de instituciones empresariales privadas (CONFIEP), de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), de la Asociación de Exportadores (Adex), Y DE la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Imaginamos que es posible mucho más más. Tendría que ser posible que no solo el Ministro de Economía, sino el Presidente de la República, el primer ministro y los ministros de los sectores productivos (Producción, Agricultura), sostengan reuniones de trabajo para concordar en intereses y políticas de modo que todos, empresarios y gobierno, juegan en el equipo de la selección peruana.
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Con el mismo énfasis debería el presidente y sus ministros realizar sesiones de trabajo con los gremios agropecuarios de costa, sierra y selva, para coincidir en metas y decidir políticas equitativas que potencien a todos los productores agrarios
Y otro tanto hacerse con los productores mineros formales e informales, para ponerse de acuerdo que sé puede y qué no se puede hacer con la producción minera al margen de las puras definiciones ideológicas y de las puras reclamaciones.
Ni que decir que eso debe hacer también con los sindicatos de trabajadores, con participación también del Ministro de Trabajo, para decidir con ellos que se espera de la participación de los trabajadores en la producción, y como puede mejorarse la protección de sus derechos en las actuales condiciones.
Nos imaginamos incluso algo mas. El actual gobierno debería apuntar a la instalación de un Consejo nacional de desarrollo productivo, presidido por el Presidente de la República, con participación de representantes de empresarios de todos los grupos, formales e informales, de los trabajadores del campo y la ciudad, y de las asociaciones de consumidores.
Este Consejo debería cumplir la finalidad de definir las líneas maestras de las políticas productivas que el gobierno debe poner en práctica, para que, en el año del Bicentenario, este no sea un gobierno que redunde en los fracasos del pasado, que se corrijan sustancialmente las falencias del actual modelo económico y se avance, con el esfuerzo de todos al despegue de las energías para el renacimiento de la república.