Page 107 - mica2
P. 107
UNA HORA
Ramón era un hombre muy ocupado y apenas si se hacía algún que otro tiempito,
cuando llegaba a su casa, para poder estar un ratito con su hijo que tendría unos seis
añitos. El chico esperaba ansiosamente estos momentos y cada vez que lo veía corría
a los brazos del padre y este se quedaba algunos minutos con él y le decía:
El fin de semana vamos a salir, el fin de semana vamos a ir acá o allá. En el fin de
semana vamos a ir al zoológico, al teatro, al cine.
Siempre le prometía lo que nunca podía cumplir.
Un día, cuando Ramón llegó bastante tarde y el nene ya se estaba por ir a dormir,
el niño le dijo:
Papi… ¿Vos trabajas mucho?
Si hijo, contestó el padre. Trabajo mucho.
Ah... Y ¿cuantas horas trabajas por día?
No se hijo, depende, trabajaré unas doce, catorce o dieciséis horas.
Ah… trabajas mucho.
Decime papi... vos ¿Cuánto ganas?.
¿Y qué te importa a vos cuánto yo gano? Este no es un tema para tu edad ni es un
tema que te interese.
Bueno, papi, pero yo quiero saber cuanto ganás.
Ok., pero no es hora de hablar de esto.
Pero yo quiero saber cuánto ganas.
No hijo, no te voy a contar.
Dale, pa... ¿Cuánto ganás?
Y así se mantuvo una discusión hasta que el padre finalmente se enojó y dijo:
Bueno, no quiero hablar de esto con vos, sos muy chiquito. Te vas a la cama inme-
diatamente.
La madre se enojó con Ramón porque a su vez había retado al chico.
107