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El amor comienza con una sonrisa, crece con un beso y termina con una lágrima. Nacer, es abrirse,
                         es despertar, hagan de hoy un trampolín para lanzarse a la vida. Cuando nacieron, ustedes lloraban y los
                         que los rodeábamos sonreíamos.
                             “Vivan su vida, para que cuando mueran, ustedes sonrían y los que los rodean lloren”.
                             Hoy, se lo pide el padre de sus padres, por dos veces su padre, su abuelo.



                             “Señor, que mis nietos tengan siempre presente la visión de conjunto de la vida para vivir con alegría,
                         que tanto en la alegría como en el dolor y el sacrificio, nunca les falte el sentido de la vida, el dolor no los
                         deprimirá entonces, y la alegría no los exaltará, el sacrificio no los abatirá, ni los hará caer en la indiferen-
                         cia ni en la desesperación. Que cada día que pasen, como pasan los días, estén mejor, mejor y mejor, en
                         toda forma, con su salud perfecta. Que sus mentes actúen cada vez más con intuición, imaginación crea-
                         dora y originalidad constantemente renovada. Que tenga control completo y dominio absoluto sobre sus
                         facultades y sus sentidos. Que tengan plena capacidad para cancelar cualquier mal deseo o sentimiento
                         emitido su contra. Que tengna la verdadera dimensión de su realidad.
                             Te doy gracias Señor y te pido que mis nietos descubran siempre y a cada momento el sentido último
                         de su existencia”.








                             Nieto, repito, mi nieto:
                             Recordá siempre que alguien dijo: Toma, no mas que lo que tu mano pueda contener, quien tiene
                         muchas cosas es su esclavo, quien tiene pocas es su dueño y es mas feliz entonces. Procurá que todos los
                         actos de tu vida esten en armonía con tus pensamientos y estos con tus sentimientos. Sentí tus tendencias
                         e impulsos vitales a la acción, al movimiento, al placer, a la huída del sufrimiento, a la propia conserva-
                         ción. Reflejá tu conciencia sobre vos mismo, constituída en un sistema de valores propios a tu persona
                         distintos a los recibidos por la cultura, la educación, etc.
                             No son solamente criterios para darte la cosmovisión, no son solamente sentimientos que regulen
                         tu equilibrio emocional. Son ideas fuerza que te van explicitando gradualmente tu razón de ser, en la
                         misma medida en que irás sintiéndote persona libre y responsable. Fundamentalmente, esos valores son:
                         LA VERDAD como ideal del ser, LA BONDAD como ideal de hombre, LA HERMOSURA como ideal del
                         mundo y EL AMOR como experiencia de Dios y así no sentirás ni tendrás ansiedades en tu corazón,
                         depresiones en tu ánimo, tristezas de tu pasado, miedos de tu futuro, molestias y dolores en ninguno de
                         sus sentidos. Al contrario, aceptarás con coraje y entusiasmo los desafíos de la vida y de los hombres, tu
                         vocación a crecer, desarrollarte, crear y sentirte feliz con los designios de Dios y en la convivencia con los
                         hombres. Concentrá tus sentimientos en el deseo de vivir y así estarás siempre bien, porque desde ya el
                         banquete de la fraternidad es la vida, es la esperanza de un futuro mejor que el de los que te precedimos,
                         encarnado en la figura de la invitación que hoy te formulamos todos quienes te amamos de participación
                         plena en el banquete de la vida.
                                                                                                  ...Tu abuelo
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