Page 34 - ENS - PROYECTO FINAL - Revista
P. 34
La Edad Media
y las Herejías
P O R J O H A N A S Á N C H E Z
La Edad Media fue un periodo muy largo, con características
cambiantes con el paso de los siglos, en el que hubo una continua
aparición de movimientos reformadores, que surgían paralelamente
con los cambios sociales, políticos, económicos y culturales.
Las herejías nos sirven como una guía, un camino a seguir durante toda
la evolución de esta época. Podemos establecer una línea desde las
primeras herejías milenaristas y de masas, surgidas con la
consolidación del feudalismo hacia el año 1000, hasta Lutero y la
Reforma Protestante, que marca el final de la Edad Media en el plano
religioso.
En este caso, Wyclif y Hus, son la expresión herética de la sociedad
ante la tremenda crisis del siglo XIV y un síntoma del cambio total que
se estaba produciendo en Europa, que provocará el paso del feudalismo
a los Estados modernos, de una economía agrícola de subsistencia a
una economía de mercado capitalista, de una mentalidad escolástica al
humanismo del Renacimiento, etc.
En Wyclif encontramos muchas similitudes con Lutero, ya que
probablemente fue una importante influencia para éste. Wyclif criticó
la intromisión del Papado en el ámbito del poder civil, impulsó la
traducción de la Biblia al inglés y propuso una concepción distinta de
la oficial para la cuestión de la Eucaristía, adelantándose al predicador
alemán en la idea de la consubstanciación. También podríamos hacer
un símil con la revolución campesina de 1381 y la que se vive con la
reforma de Lutero, que ambos condenaron.
En Jan Hus también vemos ciertos puntos comunes con Lutero. Ambos
tuvieron un interés reformador, ante la crisis de la
Iglesia, como una manera de protegerla de sí misma. Aunque Hus
nunca llegó a plantearse la ruptura, y Lutero finalmente sí lo hizo.
Asimismo, los dos se encontraban en el borde o la periferia del ámbito
católico, en la zona alemana uno y en la checa el otro. Esto les llevó a
beneficiarse de la creación de un espíritu nacionalista que adoptara
sus propuestas como una manera de diferenciarse de Roma. También
tenían muchas cosas en común en el aspecto ideológico. Hus y Lutero
comparten el anhelo de una religión cristiana más personalista, más
cercana a Dios, en la que el contacto de las personas con Él fuera más
cercano y directo, sin la intermediación de papas, obispos o
sacerdotes. Fruto de ello surgen las propuestas de resaltar la
importancia de las Sagradas Escrituras, la necesidad de su traducción
para una divulgación más fácil entre la gente corriente, y el uso de los
idiomas locales en la predicación.