Page 111 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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Estos aspectos característicos de Pan, sumados a la lujuria, la carnalidad, la hipersexualidad, así como la dificultad para aceptar normas sociales y su mal genio, hicieron que las primeras comunidades cristianas que convivían con los creyentes en los antiguos dioses denostasen a este personaje, al punto de ase- mejarlo con la imagen del diablo y tan así fue que tras el Concilio de Nicea que en el año 325 sentó las bases de la Iglesia Católica Romana, los teólogos cris- tianos comenzaron a transformar a Pan, un dios en principio benigno y vene- rado tanto en Grecia como en Roma (Fauno) en su gran adversario Satanás.
Por todo eso llegó un tiempo en que fue decayendo el fervor por el culto a Pan (asociado al impulso sexual ilimitado) y a Dionisos (asociado a la fecundidad), lo que siguió acentuándose en los comienzos del cristianismo.
Entre los sacrificios que se ofrecían en la antigüedad a las deidades, el chivo expiatorio (siglo V a.C.) que era un macho cabrío o un novillo fue modificado con la llegada del mesías Jesucristo, quien encarnó el sacri- ficio-ofrenda en forma personal, no con animales. Con la figura del Redentor se establecieron claramente la antigua teoría religiosa judía y el revolucionario pensamiento de Cristo. Lo que ocurrió con la llegada del Mesías, además de terminar con el politeísmo para comenzar a honrar a un solo Dios, fue un cambio del objeto ofrenda, salvador de los males (hechos, dichos, deseos, pensamientos u omisiones) cometidos por las gentes contra la ley de Dios, siendo él, el enviado divino, quien se inmola para redimirnos de todos los pecados.
Pero de lo que no hay duda es que ambos cultos (con diferencias de siglos) arras- traron masas ingentes de personas y de igual manera ambos cultos se asemejan por haber tenido en sus comienzos pocos seguidores fieles”.
Dr. Juan Carlos Miller |109|