Page 152 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia

Los padres de Andrómeda consintieron entonces que la bella joven se casara con su héroe liberador, pero un tío de la muchacha llamado Fineo ya tenía esas intenciones para con ella, por lo que comenzó a conspirar contra Perseo, quien rápidamente percibió su odio.
Para deshacerse de Fineo, el héroe le mostró la cabeza de Medusa consi- guiendo de esta forma que al mirarla, quedara aquel convertido en una estatua de piedra. .............................................................................................................................................
Según la tradición, ya de regreso en Sérifos y enterado de las presiones de Polidectes para seducir a su madre Dánae, Perseo decidió vengarse utilizando el mismo método y así convertir en piedra a Polidectes y toda su corte, para acto seguido delegar luego el poder a su padre adoptivo Dictis.
Cumplido este deseo, regresó a Argos con su mujer Andrómeda, para buscar a su abuelo Acrisio. Pero ni bien Acrisio se enteró de la cercanía de su nieto huyó de él, para evitar el cumplimiento de la profesía aunque, como veremos, no escaparía de su fatal destino.
Ocurrió que en unas competencias deportivas en que participaba Perseo y que su abuelo presenciaba de incógnito, el héroe arrojó un disco que se desvió e impactó en el anciano, matándolo accidentalmente, tal como había sido antici- pado por el oráculo muchos años antes.
Al enterarse Perseo quien había sido el espectador muerto, lloró amargamente y enterró a su abuelo con grandes honores.
* Alrededorde1922,SigmundFreudseexpresóasírespectoaestemito:
“no intenté a menudo interpretar temas mitológicos individuales, pero el caso de la horripilante cabeza decapitada de la Medusa, me inclina a hacerlo”.
Decapitar=castrar; el terror a Medusa es el te- rror a la castración. Numerosos análisis nos han familiarizado con las circunstancias en las que esto ocurre. Cuando el joven varón que hasta ese momento se resistió a creer en la amenaza de la castración y ve a los genitales femeninos, probablemente de una mujer adulta, rodeados de vello pubiano, o en las obras de arte se ven esos cabellos como serpientes que “sustituyen”
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