Page 179 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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El errante Edipo entró en Tebas y enterándose de ese ofrecimiento probó a ser el triunfador de la difícil prueba.
Entonces, la esfinge comenzando con sus inquisidores enigmas le preguntó a Edipo, cuál era el animal que
... por mañana marcha en cuatro patas
... a mediodía lo hace en dos patas
... y por la noche necesita tres...?
Y cuantos más apoyos usare, más débil será...
El sagaz Edipo le respondió que era el hombre, ya que
... gateaba en la primera infancia
... caminaba en dos pies durante la juventud y la adultez ... y usaba bastón durante la vejez...
Ante esa respuesta la Esfinge se vió derrotada y decidió suicidarse, arroján- dose desde la alta roca en que habitualmente se ubicaba por lo que entonces los tebanos no dudaron en convertirlo en su héroe, llevándolo al trono para que Edipo pudiese reinar en paz y casarse con Yocasta.
Al tiempo de su reinado, se abatió sobre Tebas una terrible epidemia de peste que diezmó a la población, por lo que el rey pidió a su cuñado Creonte que hiciese una consulta con el Oráculo sobre cómo deberían afrontar ese cas- tigo...a lo que el Oráculo le respondió que la solución sería la de castigar al responsable del asesinato de Layo y expulsarlo de Tebas.
Con decisión Edipo se aboca a investigar (ignorando que es él mismo el res- ponsable de la muerte de Layo, su verdadero padre) hasta que decide llamar al adivino ciego Tiresias, hombre de gran reputación en toda Grecia.
Al poco tiempo, le llegan noticias de que su padre adoptivo Pólibo había muerto, pero ante el desconocimiento de su verdadero origen, temeroso sintió miedo de que se cumpliera el vaticinio acerca del incesto con su madre, ya que él pensaba que Pélope lo era.
Transitando esa angustiosa incertidumbre, acertó a encontrarse con un viejo emisario, el que viendo sus cicatrices en los tobillos lo reconoció y contándole su historia le fundamentó argumentos que no le dejaron du- das acerca de que Pólibo no era su padre real, ya que fue él mismo quien lo había recogido siendo un niño abandonado y quien entonces entregó a aquel infante desamparado a Pólibo y su esposa Mérope para que lo criaran.
Dr. Juan Carlos Miller |177|