Page 83 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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Y así, según la leyenda, fue hija de Zeus nacida adulta de su frente... ya mu- nida de su armadura, teniendo clara su decisión respecto a su vida personal, que fue siempre mantener su virginidad a ultranza, no conociéndosele ningún amante en su vida.
Era imbatible en las luchas y ni el mismo Ares, dios griego de la guerra, nunca pudo derrotarla, siendo ella protectora de muchos héroes y otras figuras, por lo que aparece también vinculada a varios episodios mitológicos.
Sus símbolos eran la lechuza (que se constituyó en la representación del co- nocimiento, la sabiduría y la erudición, por acompañar permanentemente a la diosa) y el olivo, representándosela siempre armada, con el casco en la cabeza y en el pecho una égida, coraza defensiva de piel de cabra con la imagen de la cabeza de Medusa.
Atenea compitió con Poseidón acerca de quién sería la deidad protectora de Atenas (que aún no tenía nombre). Acordaron que debían hacerle un regalo a los ciudadanos y Poseidón golpeó el suelo con su triden- te e hizo que brotara una fuente de agua salada, que no era nada útil, pero Atenea ofreció el primer olivo para la Ciudad. Entonces el rey Cécrope de esta región, se decidió por el olivo que les daba madera, aceite y alimento y por ello se eligió a Atenea como su diosa patrona.
De esa manera Atenea puso su nombre a la ciudad, que pasó a llamarse Atenas, ante la furia descontrolada de Poseidón que inundó toda la región como venganza por la derrota.
Como hija pródiga de Metis, fue ella la “diosa prudente de la guerra” y es por ello que protegía a aquellos héroes que se avenían a tener esas conductas, sumadas a su fuerza y valor, como fue con Heracles, Perseo, Belerefontes, Aquiles, Jasón, Diomedes y Odiseo.
[...] Un célebre mito con Atenea, que además era la diosa de las actividades artesanales, es la historia con Aracne, joven que presumía de ser la más hábil tejedora, incluso más que la diosa. Por eso es que Atenea decide tomar la apariencia de una anciana y llegándose a Aracne trata de disuadirla para que no compita arrogantemente con los dioses...
Dr. Juan Carlos Miller |81|