Page 86 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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Nació en la Tracia, al noreste de la Hélade (denominación Homérica de Grecia) y hacia allí huyó cuando fue descubierto amando a Afrodita, diosa que engañó reiteradas veces a su esposo Hefesto con él.
Para los griegos nunca tuvo un papel destacado, sino que en muchas ocasiones queda ridiculizado al perder muchas batallas, diciéndose de él que el único lugar en que era realmente admirado era en el Hades (inframundo) debido a la cantidad de almas que les enviaba.
HERMES era hijo de Zeus y de Maya (una de las hijas de Atlas). Era Hermes un dios olímpico, mensajero de su padre y de los dioses, de las fron- teras y de los viajeros que las cruzan, guía de las almas de los muertos en el infierno, del ingenio, el comercio y la prosperidad, pero, también de los ladrones y de los menti- rosos... por todo eso, es sin duda para los griegos el dios de los cambios, una de las divinidades más complejas y ricas en matices, ya que es el protector de cosas tan aparente-
mente disímiles.
Se lo representa generalmente como un bello joven, más grácil que fornido, munido de un sombrero y con un par de alas que le permiten volar, ubicadas en sus sandalias o bien en sus pies, por lo que también fue llamado por los
En la guerra de Troya, Ares peleó primero para un bando y más tarde para el otro y su mano destructiva se veía también por los estragos que provocaba por plagas y epidemias, faceta salvaje que lo hacía detestable a la vista de otros dioses, incluyendo a sus padres, los dioses Zeus y Hera.
 Ares
  Se le contabilizan una treintena de amantes, con una descendencia de sesenta hijos, entre los que se destacan Eros, Deimos, Fobos y Amazonas. Eris (la discordia) solía acompañarlo, pero su amante preferida era Afrodita, diosa del amor y la belleza, su sanadora y aliada de guerra.
  romanos “Mercurio volador”.
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