Page 87 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
P. 87
Es un dios rápido que se mueve ágilmente tanto entre las divinidades como en- tre los mortales, siendo además el encargado de llevar las almas de los muertos hasta el reino de Hades en el inframundo. Llevaba en su mano una vara que tenía dos serpientes entrelazadas en él y coronada por dos alas, imagen a veces utilizada como emblema de la profesión médica, semejante al símbolo que se le da al bastón de Esculapio.
De Hermes proviene la palabra Hermenéutica, que es el arte de interpretar textos para determinar su verdadero sentido. Como heraldo de los dioses, lo destaca su habilidad en el uso de la palabra, pues los heraldos son los ora- dores públicos en las asambleas y otras ocasiones. Como dios mensajero, se lo requería cuando era importante tener elocuencia para conseguir un objetivo deseado. Era Hermes también el dios de la prudencia y habilidad en las rela- ciones sociales, dotes vinculadas con la astucia, el perjurio y la inclinación al robo, por lo que también se lo conoce como dios del engaño.
Hay pocas leyendas que tengan a Hermes como protagonista absoluto, siendo sí frecuente que él realice el papel de personaje secundario, casi siempre obe- deciendo órdenes de Zeus, ya sea como mensajero o cumpliendo otro papel. En la posterior mitología romana se lo llamaba Mercurio, dios del comercio, hijo de Júpiter y de Maia (que era la mayor de las Pléyades, diosas de la mon- taña, hijas de Atlas y Pléyone, siendo su nombre relacionado con la palabra “pequeña madre”). También los romanos lo representaban de igual forma en mosaicos, grabados, pinturas y esculturas, con apariencia de joven con som- brero alado y sandalias también aladas que le permitían desplazarse con increíble velocidad, utilizando la vara que llevaba en su mano para hacer magia ante la gente.
Hay una interesante vinculación mitológica de Hermes con la ciudad de Barcelona y el relato dice que, después de la cuarta (de las doce pruebas a las que Hércules fue expuesto) el héroe se unió a Jasón y los Argonautas en la búsqueda y obtención del vellocino de oro. En esta tarea participaron nueve embarcaciones y cuenta la leyenda que hubo una tormenta muy violenta por la que los barcos se dispersaron peligrosamente, observando Jasón luego de la calma, que faltaba una nave. Por ello encargó al héroe que la encontrase.
Hércules y sus tripulantes, acompañados por Hermes, hallaron a este noveno barco en una suave colina que se correspondía con el actual Montjuic y le lla- maron “la barca nona”. Así Hércules junto con Hermes, que era su hermanastro fundaron una ciudad, a la que llamaron “Barcanona”, en este emplazamiento que les pareció maravilloso y así, con esta leyenda explican el nombre y el origen de esta ciudad.
Dr. Juan Carlos Miller |85|