Page 88 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia

Por eso se cree que la ciudad de Barcelona está bajo el influjo protector del dios Hermes que representaba la prosperidad y el comercio, símbolo favorito de la burguesía catalana.
HEFESTO, hijo de Zeus y de Hera, no nació precisamente bello, sino más bien feúcho y enfermizo. Su fealdad fue objeto de constantes burlas por parte de los dioses, por lo cual su madre Hera avergonzada, arrojó al niño del monte Olimpo hacia la tierra. Siete días más tarde Hefesto tocó el suelo de la isla de Lemos, donde allí vivían las diosas Tetis y su hija Eurínome quienes encon- traron al niño malherido y sin sentido.
Eurínome que era una oceánide hija de Océano y de Tetis, fue quien mientras reinaba con Ofión, antes de Crono, se transformó en paloma para poner el huevo cósmico del que, según la mitología, surgió todo lo creado.
Ambas diosas se hicieron cargo del niño, sanaron sus heridas y lo cuidaron como si fuese su propio hijo. Pero no pudieron hacer mucho por sus pequeñas piernas, las que quedaron con discapacidad para siempre. Ese fue el motivo por el que a partir de ahí tuvo dificultades para caminar, debiendo utilizar bastón para ayudarse.
Otra versión sobre la apariencia física de Hefesto es la que atribuye a una in- toxicación crónica por arsénico (arsenicosis, que provoca cojera por neuropatía periférica, trastornos en la sangre, gastrointestinales y severas lesiones de piel).
El arsénico se añadía al bronce para en- durecerlo y parecería que la mayoría de los herreros de la edad de bronce (y también muy posteriormente...) lo habrían padecido.
Crecía sano y fuerte (a pesar de su discapaci- dad para caminar) y ya desde niño se inició en el arte de la forja, mostrando gran creativi- dad y llegando a dominar con tanta precisión el manejo del yunque y los metales que fue capaz de tallar las más hermosas joyas. Tan agradecido estaba con sus salvadoras, que se pasaba las horas creando y esculpiendo obje- tos artísticos para ellas.
“Hefesto en la forja”,
escultura de Guillaume Coustou Museo del Louvre
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