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X Aniversario de

Género y Salud en Cifras

Rafael Lozano i

Celebrar aniversarios es una actividad inherente al ser humano, pero para facilitarnos la vida somos proclives a
seleccionar múltiplos de cinco en los festejos. No imagino a alguien celebrar el aniversario de una institución que
corresponde a un número primo: el 7, el 13 o el 47. También los seres humanos somos muy dados a medir o a contar
los eventos y las cosas que nos rodean. De no ser por eso, prácticamente no habría actividades comerciales, la sociedad
tendría serios problemas de comunicación y de convivencia, ni habría estadísticas.

Pero suele suceder con frecuencia el fenómeno contrario; a pesar de contar y medir todo o casi todo lo que nos rodea,
no logramos permear su uso en las actividades cotidianas de la vida privada, ni tampoco en aquellas que incumben al
interés publico. Esta falta de uso de las cifras en las decisiones se asocia con muchas cosas, entre otras, con la escasez
de información adecuada, con no entender lo que las cifras nos están diciendo, con —en ocasiones— la mala calidad
o poco prestigio de los datos; o más aun, con la falta de interés por incorporar la información a las decisiones, si bien
generalmente es una rara mezcla de todas ellas.

En un afán por integrar el uso de datos en el análisis del enfoque de género en materia de salud pública y disminuir la
tensión entre la abundancia de cifras y su falta de uso, surge el proyecto de crear una publicación que periódicamente
diera cuenta de los asuntos de género y salud, y sintetizara los análisis en artículos de divulgación. La necesidad de un
medio de este tipo se da cuando algunas de las estadísticas de salud se empiezan a publicar considerando la variable
de sexo, y no sumando hombres y mujeres en una misma columna.

Abrir un campo en el sistema de información para cuantificar los casos de enfermedades de reporte obligatorio para
mujeres y hombres, y después reportarlo, es un hecho reciente. Hace 15 años hubiera sido difícil una aventura editorial
como ésta, pues muchas de las estadísticas en salud no se distinguían por sexo.

Quienes hemos tenido la oportunidad de trabajar en la administración pública sabemos que para que un nuevo
proyecto se ejecute, se requieren tres variables en la ecuación: respaldo de las autoridades, presupuesto y el
reconocimiento de la institución. Aunque emprender un proyecto tiene cierto grado de dificultad, es relativamente
más fácil que mantenerlo vivo, y más que sobreviva a los cambios de administración o de autoridades. Género y
Salud en Cifras ha sorteado los obstáculos mencionados y permanecido vigente por dos lustros; el contar con
recursos económicos, le otorga, hasta cierto punto, una estabilidad relativa que esperemos no se afecte en turbulencias
venideras.

Desde su diseño se pensó en una revista periódica: no más de tres, ni menos de dos al año; académica: por invitación
o por libre decisión de las/os autores, y con revisión de especialistas y lenguaje sencillo que incluyera cifras (menos
ensayos y opiniones, y más descripciones y análisis). Se buscaba que el Comité Editorial tuviera un papel de conducción
y no para cubrir faltantes, como sucede con otras publicaciones. Se consideró dirigirla a la mayor parte de las áreas
posibles del sistema de salud en México (incluyendo el sector privado), a instituciones educativas y a bibliotecas, y
que se difundiera de manera impresa y electrónica.

i Profesor de Salud Global del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud, Universidad de Washington. Correspondencia: rlozano@u.washington.edu

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Cifras

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