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GÉNERO Y SALUD MENTAL. MÁS ALLÁ DEL PREJUICIO Y LA DISCRIMINACIÓN
padecimientos psiquiátricos a
quienes se les niegan sus derechos
fundamentales, como son la vivienda,
el empleo, la educación, el acceso a
los servicios de salud y actividades
recreativas por su condición de salud.
La salud mental y su inclusión en la
agenda nacional
Aunque las prevalencias de los
trastornos mentales parecieran ser
más altas en países de altos ingresos,
autores como Remh sugieren
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que, en países de bajos y medianos
ingresos como México, es posible
que se subestime la magnitud de
este problema debido, entre otras
razones, al estigma asociado con los
problemas de salud mental, además
de la falta de información, dado
que existen menos recursos para
la investigación para identificar de
manera más certera el problema. De
ahí que uno de los retos que existen
en México es hacer visible la salud
mental, a fin de poder incidir en
el desarrollo de políticas públicas
en materia de género y salud más
acordes con las necesidades de la
población.
Mejorar la cobertura en los
servicios de salud
Por otro lado, se requiere involucrar
a las compañías aseguradoras
de gastos médicos mayores
para que incluyan o amplíen su
cobertura a los trastornos mentales
diagnosticados. A consecuencia del
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desconocimiento de la salud mental
y sus implicaciones en la salud física,
existe una política generalizada en
distintos países en los cuales se ha
dejado al margen la atención a los
problemas de salud mental, con
algunas excepciones. No obstante,
en países como Australia desde
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hace varios años se están orientando
los esfuerzos en apoyar a las personas
con este tipo de problemas en contra
de prácticas discriminatorias de las
compañías aseguradoras de gastos
médicos, a fin de lograr un acceso
más equitativo a estos servicios.
Hacia una visión integral con
enfoque humano
La salud no puede entenderse
al margen de la subjetividad
masculina y femenina en el marco
de un mundo globalizado, en
tanto fenómeno asimétrico que
genera desigualdades y que implica
nuevos retos, siendo uno de los más
apremiantes el cuidado de la salud.
Es fundamental establecer un
compromiso con los principales
actores que intervienen en el proceso
de salud-enfermedad-atención.
Se requiere de voluntad política,
de invertir más en este ámbito,
adoptando una visión más integral
que incluya a la salud mental como
un eje transversal que se vincula con
el bienestar de la población.
En lo que respecta a profesionales
que se dedican al cuidado de la
salud, se necesita brindar mayor
capacitación y apoyo, ya que
tienen muchas limitaciones en su
quehacer por la carencia de recursos
y la saturación de actividades
administrativas que interfieren con
la labor de atención a pacientes, por
lo que es indispensable capacitar
para hacer frente a la complejidad
de los problemas ligados con el
proceso de atención, como parte de
un compromiso social más amplio,
con una mirada inclusiva y abierta
a la diversidad de características
socioculturales de la población y un
enfoque más humano.
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