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4. Al momento de contactar a la mujer y un día antes del viaje, se le pregunta
si ha tenido molestias o síntomas sospechosos de COVID–19 para tomar las
medidas pertinentes.
5. Los asientos se distribuyen con separaciones específicas para respetar y
mantener la sana distancia.
6. A partir de la contingencia, por escrito, se solicitó a enlaces personales en
la UNEME y en primer nivel de atención la programación de sólo viajaran
cuatro personas en la unidad (considerando una de ellas, la persona
conductora).
7. Se marcaron con cinta especial en el vehículo de la UNEME, los asientos que
deben quedar libres para mantener la sana distancia.
8. La temperatura se ha de tomar con antelación; y se está solicitando en
donación un termómetro infrarrojo para tomarla previo al ingreso al
vehículo.
Para evidenciar lo que significa para las mujeres contar con este apoyo, sobre
todo ante la contingencia de la COVID-19, se incluye el testimonio de dos
mujeres beneficiarias de “Camino a la Vida”:
“Soy originaria de la Ciudad de México y residente de Tlanchinol, Hidalgo. Tengo
31 años, soy casada, estudié una licenciatura, empleada sin seguridad social.
Actualmente por mi situación de salud vivo con mis padres, esposo e hija quienes
están al pendiente de mí. Mis padres son adultos mayores, ambos con diabetes
mellitus”.
“Mi historia comienza en febrero 2019, acudo a mi autoexploración con un resultado
normal, en julio, me auto detecto un aumento de volumen en una mama y por
desidia, hasta agosto voy al hospital de mi comunidad donde me toman un
ultrasonido y se me indica una mastografía. Me repiten los estudios y me realizan
una biopsia el 23 de agosto del mismo año. El 9 de septiembre me dan el diagnóstico
de cáncer de mama y el 11 me refieren a un centro oncológico a consulta. Se me
confirma el diagnóstico, y me realizan múltiples estudios. Tengo “Carcinoma ductal
infiltrante triple negativo en mama izquierda en una etapa clínica IIIA”. Siguientes
pasos: quimioterapia, mastectomía y probablemente radioterapia”.
“Mi primera quimioterapia fue el 23 de octubre (6 en 21 días). Dos veces por semana
asisto a FUCAM. Estas quimios terminan a finales de febrero. Pensamos buscar una
casita de renta en la Ciudad de México para seguir puntualmente mi tratamiento.
Mi padre, chofer del servicio público en mi comunidad o algunos familiares me
trasladaban. Fue muy complicado: Siete horas de distancia a la Ciudad de México y si
me quedaba con mis familiares eran dos horas al hospital.”
“26 de marzo, mastectomía radical modificada y con citas subsecuentes de revisión.
La contingencia del COVID-19 y el temor de viajar a la Ciudad de México por el riesgo
de contagio para mí y para mi familia”. “2 de junio inician mis 15 radioterapias. (Una
diaria). Increíble apoyo”.
EL TRASLADO DE LAS MUJERES HIDALGUENSES AL TRATAMIENTO POR CÁNCER DE MAMA EN 11
LA CIUDAD DE MÉXICO, ANTE LA COVID-19. REFLEXIONES EN EL “CAMINO A LA VIDA”