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Presentación
Este tercer número del volumen 8, correspondiente al último cuatrimestre de 2010, GÉNERO Y SALUD en cifras centra su atención
en el Día Mundial por la Eliminación de la Violencia contra Mujeres y Niñas conmemorado el 25 de noviembre. Desde distintos
ángulos, con los artículos de esta revista, se intenta ofrecer una visión gubernamental y de la sociedad civil sobre las condiciones
que suelen perpetuar el ejercicio de la violencia, incluyendo la que se ejerce por parte del sistema hospitalario y del personal de
salud. Al explorar los vínculos de la violencia con la salud y el género, se encuentra que si bien en la actualidad México se ciñe a
los múltiples estatutos internacionales de la Organización Mundial de la Salud y a la legislación vigente en el país, la violencia
contra las mujeres cobra particular importancia.
La atención de mujeres usuarias de servicios de salud durante embarazo, parto y puerperio, así como la atención a aquellas mujeres
que acuden a las instituciones de salud para salvaguardar su integridad por causa de algún tipo de violencia padecida frente a algún
integrante de sus familias, en muchas ocasiones su pareja, todavía no es óptima. Sin embargo, la rectoría de la Secretaría de Salud y,
en particular, del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) sobre los programas estatales de detección
y atención de mujeres en situación de violencia, es en este momento crucial para poder sistematizar, monitorear y evaluar las acciones
y tareas llevadas a cabo por el personal de salud, tanto en el diseño de estrategias de operación como en la atención directa de las
necesidades de salud. De la misma manera, la Dirección General de Planeación y Desarrollo en Salud (DGPLADES), es una socia
importante en la capacitación y promoción de la atención de la salud de las mujeres con una perspectiva intercultural.
Los dos primeros artículos abordan el tema de la violación de los derechos humanos y reproductivos durante la atención institu-
cional del embarazo, parto y puerperio. La violencia obstétrica. Una forma de patriarcado en las instituciones de salud, fue
escrita por Hernán José García Ramírez, José Alejandro Almaguer González y Vicente Vargas Vite. Los autores trabajan en la
Dirección de Medicina Tradicional y Desarrollo Intercultural de la DGPLADES, en donde han instrumentado un Modelo de Aten-
ción Intercultural a las Mujeres durante el Embarazo, Parto y Puerperio. Dicho modelo deriva de una investigación cualitativa
realizada con personal de salud en 17 entidades y con mujeres usuarias de cuatro estados: Veracruz, Puebla, Oaxaca y Chiapas.
Este trabajo aborda la violencia obstétrica como una forma de violencia institucional y patriarcal, así como las recomendaciones
de la Organización Mundial de la Salud y la Comisión Nacional de Derechos Humanos para la Atención Perinatal, respecto a la
atención institucional debida a mujeres, familiares y personal de salud, víctimas de la violencia obstétrica. Los autores presentan
ejemplos positivos en ocho estados de la República y dan voz a un caso específico de violencia institucional padecida por parte del
personal de salud, el relato anónimo de una médica que renunció a la residencia para obtener su especialidad al sentirse obligada
a participar en prácticas médicas faltas de ética y respeto a la integridad física de las mujeres embarazadas y en situación de parto.
El segundo artículo, de Luis A. Villanueva Egan, El maltrato en las salas de parto: reflexiones de un gineco-obstetra, fue
recientemente publicado en la revista de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed). El autor expresa, a partir de su
experiencia en la práctica gineco-obstétrica, cómo la credibilidad en la máxima autoridad y el “saber incuestionable” del personal
médico aunado a las carencias de la estructura hospitalaria, justifica que no se tome en cuenta la opinión de las usuarias de insti-
tuciones públicas de salud, concebidas como ignorantes e incapaces de participar activamente en la toma de decisiones relaciona-
das con su salud. Esto lleva a desoír el saber de las mujeres en situación de parto, e impedir la apropiación de su derecho a una
atención obstétrica que debería ser fraterna, de calidad y preventiva de casos de morbi-mortalidad materno-infantil.
La violencia también puede ser simbólica y puede ser ejercida por una persona hacia sí misma, por influencia de concepciones
socioculturales aprendidas. La autoimagen de un cuerpo más delgado o más obeso del que se tiene en referencia con parámetros
objetivos como el Índice de Masa Corporal (IMC), puede depender tanto de los niveles de autoestima como de las creencias de un
grupo social. Ana Gabriela Romero Juárez, Sara Elena Pérez-Gil Romo y Claudia Paz Tovar, son autoras de Cómo me veo, cómo
me ven y cómo miden mi cuerpo. Estudio de un grupo de escolares y sus madres en una comunidad de la costa de Oaxaca.
El artículo deriva de la investigación del Departamento de Estudios Experimentales del Instituto Nacional de Nutrición Salvador
Zubirán en que ellas participan para conocer la percepción del cuerpo en mujeres rurales de tres estados en México. Y en este
GÉNERO Y SALUD en cifras
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