Page 6 - 2010_8.3
P. 6
2
Introducción En Venezuela le llaman a la violencia obstétrica la epidemia silenciosa, consi-
derando que las actitudes y acciones que la definen, son prácticas generalizadas
en las instituciones oficiales, aunque prácticamente no reconocidas. Con más
viii
Este ensayo pretende describir y visualizar un problema presente en los servi- evidencias de su presencia en las instituciones oficiales y debidamente docu-
cios de salud de México, Latinoamérica y el mundo, la violencia obstétrica. A mentadas respecto a la salud sexual y reproductiva, se considera que es uno de
3
pesar de múltiples estudios y de su incorporación en el marco legal de algunos los tipos más extendidos de violencia de género y que fortalece la institucio-
países latinoamericanos (y estados mexicanos, como Veracruz y Chiapas), la nalización de los prejuicios en la atención hacia las mujeres.
violencia obstétrica continúa desapercibida en las políticas de calidad de los
servicios de salud, así como en la discusión para la formación y práctica gineco- Se comprende como VIOLENCIA DE GÉNERO hacia las mujeres a:
obstétrica. Para un gran número de mujeres atendidas durante su embarazo,
parto y puerperio, la violencia obstétrica representa una condición de sufri- Cualquier acción u omisión, basada en su género, que les cause daño
miento innecesario, insatisfacción generalizada, maltrato a sus derechos huma- o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la
nos y un riesgo para su salud, el cual se extiende a sus bebés. muerte tanto en el ámbito privado como en el público. 4
Como alternativa a esta situación, se presenta un modelo de atención intercul-
tural a las mujeres en el embarazo, parto y puerperio, el cual ha sido incorpora-
do en los servicios de salud de nuestro país con resultados prometedores. Como
complemento de este documento se anexa el testimonio de una residente de
gineco-obstetricia, quien relata sus vivencias en torno al problema descrito.
El origen metodológico del presente ensayo es la identificación de barreras cul-
turales y de género, producto de los Talleres de sensibilización intercultural
iv
para personal de los servicios de salud, y de los Encuentros de enriqueci-
miento mutuo entre personal de salud y parteras tradicionales, llevados a
v
cabo de 2004 a 2010 en 17 entidades federativas: Campeche, Chiapas, Chi-
huahua, Distrito Federal, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Mi-
choacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz
y Yucatán. Este trabajo se complementó con referencias bibliográficas y se
vi
fortaleció con la opinión e información presentada por personas expertas en el
tema, responsables de su posicionamiento legal en la entidad de Veracruz. vii, 1
Fotografía: Hernán J. García Ramírez. Acervo de DGPLADES, Secretaría de Salud.
iv Los Talleres de sensibilización intercultural fueron realizados con personal jurisdiccional, estatal, de centros de salud y hospitalarios de la Secretaría de Salud. En ellos se realizaron dinámicas para
identificar las barreras culturales y de género presentes en los servicios de salud. Cabe resaltar que más del 60% del personal de salud femenino participante (médicas y enfermeras), también fueron
atendidas durante sus partos en los servicios de salud públicos (SSA, IMSS e ISSSTE) y refirieron haber recibido algún tipo de maltrato en dicha atención, de manera coincidente con los elementos aquí
definidos como “violencia obstétrica”. Además del personal jurisdiccional, estatal y de centros de salud, participaron ocho hospitales de las siguientes entidades federativas: Distrito Federal, Guerrero,
Hidalgo (2), Nayarit, Oaxaca, Tabasco y Tlaxcala, con la participación promedio de 50 personas en cada uno, con personal médico (médicas/os generales, obstetras, pediatras, internas/os y residentes
de gineco-obstetricia), enfermeras/os, trabajadoras/es sociales, psicólogas/os y personal directivo.
v En los Encuentros de enriquecimiento mutuo, tanto el personal de salud como las parteras tradicionales analizaron las ventajas y desventajas de cada modelo de atención. También resalta la
descripción que las parteras tradicionales han hecho acerca del “maltrato” sufrido por las mujeres en la atención de su embarazo, parto y puerperio de parte del personal de los servicios de salud. Estos
encuentros se han realizado básicamente con personal médico y de enfermería de centros de salud y con las parteras tradicionales de los estados de Chiapas, Estado de México, Guerrero, Morelos,
Nayarit, Oaxaca, Tabasco y Veracruz, con un promedio de 40 personas asistentes, la mitad personal de salud y la otra mitad parteras tradicionales.
vi En algunos Encuentros de enriquecimiento mutuo realizados en los estados de Oaxaca, Puebla y Chiapas, se contó también con la participación de algunas mujeres que habían parido, tanto en los
servicios de salud, como con las parteras tradicionales. Ellas analizaron las ventajas y desventajas de la atención de cada modelo como ellas lo vivieron, destacando su cuestionamiento a las actitudes
y los comportamientos con que fueron atendidas en los servicios de salud.
vii El Colectivo de Investigación, Desarrollo y Educación entre Mujeres, A.C. (CIDEM), participante en el proceso social para la promoción de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
para el Estado de Veracruz, cuenta con entrevistas videograbadas al azar, en Xalapa, Veracruz a mujeres en la vía pública sobre su atención en el parto, en las que la mayoría relata haber recibido los
maltratos en las instituciones públicas.
viii Recomendación General N° 15. Comisión Nacional de los Derechos Humanos. http://www.cndh.org.mx/recomen/recomegr.asp.
GÉNERO Y SALUD en cifras
4 Septiembre - Diciembre 2010